La política paraguaya se sigue moviendo a la marcha de las componentas, las alianzas y las estrategias, pero no existe para nada una visión de que esto pueda cambiar la condición de vida de la gente.
Hay más de 570 mil colorados hartos de la forma en que ha venido conduciendo al país esta agrupación política en los últimos años y que no van a votar por ninguno de los dos candidatos que presentan.
Están descontentos entre ellos, lo que puede significar también una multiplicación de otros casos a nivel del amplio abanico de los empadronados que alcanzan casi cuatro millones de paraguayos, una cifra que tendría que verse reflejada fundamentalmente el día de los comicios nacionales el 30 de abril del 2023.
No es suficiente con decir que uno está harto para que finalmente vaya y sufrague por el mimo que genera su hartazgo, la gente tiene que aprender a votar, eso significa reflexionar en torno a lo que realmente interesa e importa al país primero e individualmente después. Lo que estamos viendo ahora, es algunas muestras tibias que no se podrán consolidar hasta que veamos los resultados en abril del próximo año.