En la noche del lunes dos uniformados de la Comisaría 15° del distrito de Sargento José Félix López, más conocido como Puentesiño, fueron víctimas de un atentado que le costó la vida a uno de ellos. La víctima fatal fue el suboficial Juan Ramón Ávalos, mientras que el que resultó herido es el suboficial Pedro Jara.
El atentado se registró aproximadamente a las 23.00, cuando los dos suboficiales quedaron solos, mientras los otros dos agentes supuestamente salieron a hacer una patrulla por la zona.
La agente fiscal Carolina Quevedo, explicó a 1080 AM que aún no se puede determinar qué grupo banda atacó la sede policial, aunque es categórico que por el tipo de armas utilizadas fue un atentado del crimen organizado.
Aunque aún no se puede determinar si se trata de una acción de bandas como el Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP) o la Agrupación Campesina Armada (ACA), pues estos normalmente dejan un mensaje y también se llevan todas las armas del lugar.
DE SALIDA
El grupo de policías que estaban de turno en Puentesiño el martes ya iban a entregar su guardia, y según testimonios, estos normalmente ya se preparan nomas ya para salir a la mañana siguiente. Es por eso que estaban como de particular.
El ataque llegó de una zona oscura, hacia una cancha de fútbol que está al costado de la comisaría, donde se encontró 25 casquillos de lo que sería presumiblemente calibre 5.56. Luego, un poco más para atrás de la sede policial se encontró otro grupo de vainas servidas donde había 18 unidades.
Por dicho calibre se sabe que los atacantes utilizaron fusiles de asalto, que son armas de guerra automáticas. Se sospecha que no se acercaron a los cuerpos, pues los tres teléfonos del suboficial Ávalos (fallecido) fueron encontrados en una silla por una funcionaria que llegó unos 15 a 20 minutos después del ataque, y el otro que estaban en la pieza.
Tampoco ingresaron a los cuartos donde estaban las armas de los policías.
LLAMATIVA ACTITUD
Desde la Dirección de Policía de Concepción explicaron que en la comisaría de Puentesiño hay 12 agentes, pero trabajan en turnos de a seis agentes durante ocho días.
El grupo que estaba de turno y que debía entregar su guardia el martes a la mañana estaba conformado por el fallecido Juan Ávalos, el herido Pedro Jara, los dos que salieron a patrullar esa noche que son Víctor Espínola y Derlis Ortiz, mientras que al mediodía ya había salido Juan Martínez y César Muñoz, según fuentes de El Independiente.
Antes del ataque Espínola y Ortiz salieron a patrullar a las 18.20, varias horas antes de que se produjera el atentado. Inmediatamente del ataque volvieron tras ser alertados pero ya no encontraron a los atacantes y vieron al fallecido y al herido.
Otras que llegaron al lugar también fue una funcionaria, que aparentemente sería la cocinera, quien se encargó de recoger los tres teléfonos celulares de Ávalos y el otro de Jara y que entregó a Espínola. Esta entregó a los patrulleros el teléfono, sin embargo, cuando el Ministerio Público se constituyó en el lugar no pusieron a disposición de la agente fiscal Carolina Quevedo.
ESCONDIDO
En la mañana del martes, el director de Policía, comisario Crescencio Portillo, el suboficial Juan Martínez, y la fiscala Quevedo, principales actores, compartían una mesa de trabajo e investigación con agentes de otras unidades técnicas policiales como Investigación de Delitos y Antisecuestro.
En ese instante, la fiscal consulta a Martínez sobre los teléfonos que no habían sido figurados como incautados en el procedimiento del levantamiento de evidencias, y le pide que llame a los números de sus camaradas (Ávalos y Jara). Inmediatamente este hace la llamada y un móvil empieza a sonar.
El sonido venía de la oficina de guardia de la Comisaría de Puentesiño donde una asistente fiscal le estaba tomando la declaración al suboficial Derlis Ortiz, quien tenía en su bolsillo el teléfono del fallecido y que no puso a disposición.
Como la fiscal Quevedo insistió en que eran cuatro los teléfonos, el policía luego entre otro más, es decir, Ortiz tenía dos teléfonos en su poder.
Los cuatro teléfonos que había recogido la cocinera los entregó al suboficial Víctor Espínola, quien supuestamente uno de ellos entregó al comisario Portillo, quien puso a disposición de la Fiscalía, y que el otro había entregado al hermano del fallecido. Los otros dos estaban efectivamente en poder de Ortiz.
El levantamiento de los teléfonos e incautarlos como evidencia es un procedimiento básico de todo allanamiento o escena del crimen analizada. Por ese motivo, la fiscal Quevedo ordenó incautar los móviles para que sean analizados por el Laboratorio Forense del Ministerio Público.
NUEVOS EN LA ZONA
El último dato que compartieron fuentes policiales tiene que ver con el fallecido Juan Ramón Ávalos, es que él hace poco tiempo que fue trasladado a la Comisaría 15° de Sargento José Félix López, específicamente unos 15 días aproximadamente.
Su hermano, quien también es policía, también trabaja hace poco más de una semana en la misma sede policial, se trata del suboficial Dionisio Ávalos, quien pertenece al segundo grupo de guardia que tenía que tomar su turno en la mañana del martes.
EVIDENCIAS
43 vainas servidas de fusiles de asalto se levantaron como evidencias tras el análisis de la escena del crimen.
DETALLES
- El suboficial Juan Ramón Ávalos, fallecido en el ataque, presenta heridas de arma de fuego en las dos manos y una en la cabeza.
- El suboficial Pedro Jara recibió un impacto de bala en la espalda y tendría orificio de salida, según los informes policiales.
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