El presidente de la República vetó una ley de electromovilidad que ha generado una serie de reacciones. Algunas que realmente no tienen ninguna explicación severa desde el ejecutivo, es el hecho de que esto pueda afectar el ingreso tributario del fisco. En realidad esa es una cuestión secundaria, porque eso nos lleva a pensar que la única razón por la que seguimos utilizando combustible fósil, es porque genera ingresos a las arcas públicas en los impuestos que se agregan cada vez que cargamos combustible en los autos, pero no un país que tiene una sobre abundancia de hidroenergía que estamos financiando el desarrollo de Brasil desde hace 50 años.
El no utilizar teniendo disponibilidad de vehículos y una amplia gama incluso de autobuses movidos a electricidad, eso realmente es una cosa imposible de justificar. Paraguay lo que tendría que tener es una tremenda política promoviendo el uso masivo de hidroenergía, todo lo que eso supone para nosotros en términos de calidad medioambiental que los recursos económicos no tengan que estar saliendo hacia los exportadores de hidrocarburos y el simple hecho de que no estemos a expensas de ellos, ya es un extraordinario paso.
Buscar la independencia, la autonomía, la soberanía en materia energética, es el anhelo de cualquier país en el mundo y lo es todavía más en estos tiempos en que los precios de los derivados del petróleo han generado un colapso de la economía a nivel global. Paraguay no puede seguir a la cola de esto y no entendiendo dónde está nuestro presente y donde esta nuestro futuro.
Debemos hacer uso masivo de nuestra hidroenergía, 42% del 50% que nos corresponde en Itaipú les estamos regalando a los brasileños desde hace 50 años a precio de generación, y hemos desarrollado las industrias en Sao Paulo y en otras localidades. Nosotros cada vez más pobres y más tontos.