El increíble aumento del precio de los combustibles a nivel global sigue generando una serie de discusiones y comentarios acerca de cómo enfrentar de forma más eficiente esto que nos envuelve completamente, a los paraguayos, dependientes única y exclusivamente del derivado del combustible fósil.
En ese sentido, el Paraguay tendría que ya empezar -con gravedad y con urgencia- el cambio de la matriz energética del petróleo a la hidroenergía, con todos los costos que esto pueda suponer, a los amigos del poder, que varios de ellos tienen gasolineras distribuidas en el país, o son importadores de derivados del petróleo.
Ya no podemos seguir privilegiando los intereses de unos pocos en perjuicio de los demás. El incremento en los precios es indetenible y algunos afirman que podríamos llegar incluso a un récord histórico de US$ 200/barril en muy corto tiempo. Con la condiciones actuales del conflicto de Rusia con Ucrania, y con toda la incertidumbre en torno a la economía las manipulaciones de presión son constantes, permanentes y atacar directamente el bolsillo de la gente generando inflación y otras cuestiones derivadas también de condiciones como éstas.
También habría que pensar acerca de hacer lo que en inglés se llama carpooling, el hecho de que una persona que va a un destino determinado pueda alzar a otras personas de forma tal que el auto no viaje solo el conductor, sino que vaya completamente ocupado y compartan los costos que supone el desplazamiento de un vehículo hasta un punto determinado.
Otros afirman que tendremos que pensar en bicisendas, o tendremos que comenzar a caminar distancias que sean fáciles de desarrollar hasta cinco kilómetros para llegar al lugar de trabajo. Para esto también nos tienen que garantizar que no vamos a perecer en el intento, con varias veredas en muy mal estado o con graves peligros a nuestra seguridad física por la posibilidad de asaltos.
Compleja la situación, pero es el momento de pensar en opciones y alternativas. Con estos nuevos precios de los combustibles no hay bolsillo que aguante ni futuro qué sea alentador.
