Hablando del desarrollo económico de las ciudades y de los países en la Cátedra que tenemos en la UNA, y poniendo ejemplos de casos exitosos en diferentes partes del mundo que sí lo hicieron, algunos de los participantes me dijeron que en Paraguay no se puede encarar ese tipo de metas o de causas.
Cuando les pregunté por qué no se puede en nuestro país, aparecieron los típicos argumentos propios de que “los paraguayos somos así”. Indudablemente varios de esos argumentos tienen que ver con la cultura propia de un lugar. Y con los principios y valores de una sociedad –o con la falta de-. Les expliqué que a mí no me convencen esos motivos y que esas costumbres defectuosas, perversas y perniciosas no tienen por qué ser inmutables y eternas. Y que esas causas pueden –y deben- ser cambiadas mediante un Proyecto. Un Proyecto de País o un Proyecto de Ciudad.
Y sí, se puede. Pero para ello el primer requisito indispensable es querer hacerlo. Para muestra un botón. Corea del Sur lo quiso hacer y lo hizo. En el año 1.965 el PIB per Cápita de Corea era de 108 dólares. Y el de Paraguay era de 204 dólares. En el año 2.021 el PIB de Corea fue de 35.000 dólares y el de Paraguay de 5.000. Notable. No hace falta explicar lo que es Corea hoy día. Ni los niveles de desarrollo integral que han tenido en estas 6 décadas. Ni tampoco la situación en la que está Paraguay actualmente.
La siguiente pregunta debiera ser: ¿Cómo lo hicieron? La respuesta no es tan simple pero tampoco es tan complicada. Pero este espacio no da para explicarlo. Lo que sí podemos decir es que Corea elaboró un Proyecto de País. Lo cual no basta desde luego. Pero Corea también gestionó ese Proyecto. Desde el sector público pero también desde la sociedad. Desde la Polis y desde la Civis. Y a juzgar por los resultados, Paraguay evidentemente no lo hizo.
Sería útil recordar también que el Subdesarrollo y la Pobreza son hijos de la Corrupción. Y que la Corrupción es hija de la Impunidad. Sobran los ejemplos que demuestran esto en el planeta. Corrupción existe en todas partes. Lo que marca la diferencia es que Impunidad no. Así de sencillo es -o de complicado-. Si queremos cambiar esta situación resulta imprescindible atacar las causas. Y no quedarnos solo reclamando los efectos: “Somos nomás luego un país corrupto”.
Entonces pienso que está demostrado que se puede. Y que si el Paraguay lo quiere, también lo puede hacer. Dado que los hechos indican claramente que esta Iniciativa y este gran Proyecto no van a venir desde la Polis, se lo debería plantear desde la Civis. Pero para ello es imprescindible contar con un Capital Social fuerte que tenga capacidad de incidencia. Y eso sí debemos construirlo todos los días y desde todas las organizaciones de la sociedad. No hay otro camino.
Por otro lado, y como sabemos, el primer lugar en donde la sociedad tiene la capacidad de incidir sobre la política es en las Elecciones de Autoridades. Esperemos que la gente piense muy bien en dónde va a poner su voto en las próximas Elecciones Nacionales. De modo a tener la posibilidad de generar ese Proyecto de País desde la Civis y de contar con quien lo pueda gestionar desde la Polis.