El pasado 3 de enero, EE.UU bombardeaba Irak con la intención de eliminar a un grupo que consideraba podría atentar a su país. Entre los fallecidos estaba Qasem Soleimani, comandante iraní.
Este hecho produjo una repercusión mundial debido a la popularidad del mencionado militar en su país. E incluso se llegó a mencionar que se desataría una posible Tercera Guerra Mundial.
Jorge Rolón, experto en derechos humanos y constitucionales explica que lo mejor que puede hacer nuestro país es expresarse, instando a la paz de los países que están en conflicto, aunque lamentó que esto es muy difícil de llevar a cabo.
“Nuestro país está muy ligado a las relaciones con los EE.UU. Incluso hace unas semanas los presidentes de ambos países se reunieron para fortalecer los lazos. Esto hace muy difícil ver que Abdo Benítez muestra una postura neutral”, argumentó.
Por ello, el experto recomendó al nuestro Presidente, a tomar posturas claras y pacíficas sobre la tensión generada a nivel internacional, esto para que la ciudadanía también sepa y esté al tanto de cómo el Gobierno está analizando al situación.
IRRISORIO APOYO
De concretarse el peor de los escenarios, y se desate la guerra entre ambos países, el entrevistado señala que es inviable que mandemos tropas a apoyar a los EE.UU.
“No contamos con los vehículos, ni nuestras tropas están preparadas. Es irrisorio pensar que podríamos ayudar de alguna manera en la guerra”, explicó en otro momento.
ORIGEN DEL CONFLICTO
El sentimiento antiamericano de los iraníes nació en la década de los 50’ del siglo pasado cuando el gobierno de los EE.UU, por pedido del Reino Unido, ayudó a que la monarquía de Irán recuperará el poder luego de que los iraníes ya hubieran elegido a un gobierno nuevo en forma democrática.
El medio de comunicación internacional BBC explica en su portal digital que los intereses de Reino Unido en Irán eran sus campos de petróleo, los cuales poseía desde 1908. Los británicos explotaban los recursos naturales de Irán y a cambio le devolvían una pequeña cantidad de los carburantes obtenidos (apenas un 16% de las ganancias).
El nuevo primer ministro escuchó las quejas del pueblo iraní, nacionalizó la industria petrolera del país y acabó con un negocio con el que los británicos se habían beneficiado durante décadas.
Empezó entonces una campaña de intimidación por parte de Reino Unido, que atracó barcos de guerra en el golfo Pérsico, amenazó con invadir el país y decretó sanciones a la venta del petróleo iraní.
Por ello, el nuevo primer ministro acabó por cerrar la embajada británica en Teherán y expulsar de su país al personal diplomático de Reino Unido.
Fue entonces cuando los británicos, faltos de personal en el terreno, tuvieron que pedir ayuda a Estados Unidos, aliado de Reino Unido durante la Segunda Guerra Mundial.
La recién estrenada agencia de inteligencia de Estados Unidos, la CIA, fue la encargada de orquestar el golpe cuando Dwight Eisenhower ya había sido elegido nuevo presidente de Estados Unidos.
El control del petróleo iraní fue, por tanto, al menos uno de los motivos detrás del golpe. Pero es posible que no fuera el único.
“No contamos con los vehículos, ni nuestras tropas están preparadas. Es irrisorio pensar que podríamos ayudar de alguna manera en la guerra”.
JORGE ROLÓN
EXPERTO EN DERECHOS HUMANOS Y CONSTITUCIONALES.