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Para controlar la migración

Por incomodidad, inseguridad e inestabilidad económica, política y social muchas personas abandonan sus países y con el título de “migrante” por su frente ingresan a otras naciones para intentar tener vidas en paz y estables para prevalecer existiendo bien. Hoy mil millones de seres humanos no viven en los lugares donde nacieron. La migración es un problema político, social y económico o sino que lo digan los holandeses que acaban de elegir un gobierno que prometió echar a todos los musulmanes de su territorio. 

Naciones que responden bien o mal a aquella persona distinta por su aspecto, formas de comunicarse, nivel intelectual o ingreso económico no se destacan en la actualidad.  Distintas por cosas superficiales, más la misma cosa bajo sus epidermis y vestimenta. Porque todos en el mundo tenemos en nuestro cuerpo oxígeno, sangre y órganos que cumplen funciones para ayudarnos a seguir con vida y salud pero en cuestiones culturales las cosas son diferentes. 

Buscando soluciones

Ahora Europa busca soluciones radicales para frenar la inmigración masiva; Italia y el Reino Unido trabajan para externalizar el asilo con ayuda de Albania y Ruanda, respectivamente. 

Alemania acuerda con Marruecos y Nigeria realizar grandes deportaciones a cambio de un abanico de inversiones.

Países centroeuropeos intensificarán medidas contra inmigración irregular. Un bloque de seis países europeos han acordado medidas para frenar la inmigración irregular. Ya existen fuertes regulaciones en otras naciones del viejo continente. Y ahora nos tocará ver la respuesta que puede llegar a tener esta maniobra europea hacia la migración del mundo a este continente con mucha historia y ahora siendo el destino elegido de muchas personas que buscan lo que no encuentran en sus países. 

No será una tarea fácil ya que las tensiones son cada vez más frecuentes y se han convertido en argumentos de campana de la política. Además, los países de donde emigran no hacen la tarea para que sus habitantes quieran quedarse y no tener que verse forzados a emigrar por cuestiones económicas, políticas o sociales.

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