No es común que la máxima autoridad de la iglesia católica viaje a lugares que pongan en riesgo su vida, más el papa Francisco Bergoglio está en África, específicamente en la República Democrática del Congo o también conocida cómo RDC, un país que tiene millones de desplazados por la intensa violencia que amenaza vidas donde sus habitantes con sus proyectos e intenciones están diariamente amenazados por armas de fuego y asesinos que protagonizan conflictos armados desde la década de 1990. El papa reunió a un millón de feligreses en su primer parada.
El Papa Francisco los escuchó, examinó las cicatrices de sus ataques a miembros mutilados, escuchó las historias de una rara dureza de los sufrimientos soportados en la región de Kivu, Esta parte del país ha sido desgarrada por una serie de rebeliones y conflictos locales y marcada por los abusos de los grupos armados durante tres décadas.
Una llamada de atención
Les dio a todos señales de gran atención, extendiendo la mano, ofreciendo un rosario o una medalla por allá, bendiciendo a los hijos nacidos de la violación de su madre.
Uno de los viajes que el líder de la iglesia tendrá en su memoria de por vida por los eventos intensos que le tocó presenciar. Jorge Bergoglio se empeñó en ir a este país centroafricano tan grande como Europa Occidental en este comienzo del año 2023.
Como creyente y fiel catolico también deseo que este país recupere su paz, alegría y progreso para reducir el número de migrantes, muertos y vidas que pierden su chance de continuar bien y en paz su futuro. Conocí mucho de este país que era propiedad particular del rey Leopoldo de Bélgica a través de un misionero de los Sagrados Corazones el Padre Alberto Pereda quien vivió casi 20 años en ese país.
Basta de violencia
También el Papa Francisco llama a África a ser “protagonista de su destino” y no dejar que le destruya la violencia, corrupción o cualquier actitud nociva para países que desean lograr vidas cómodas y lo mejor para su población.
El papa dijo que; «África no es una mina para explotar» y también “que dejen de asfixiar a África”. Además invitó a superar «las diferencias étnicas y sociales» para asegurar nuestro presente y futuro en un mundo que solo tiene malos puertos para arribar si continua desintegrándose, separándose y dañando la integridad de su población cómo es lo que todavía desafortunadamente existe en la RDC.
Durante la misa que presidió en la capital, Kinshasa, ante más de un millón de fieles, que esperaron durante horas para poder acceder a la explanada del aeropuerto Ndolo donde tuvo lugar la ceremonia. En una Eucaristía marcada por los bailes y la música tradicionales congoleñas, Jorge Mario Bergoglio tuvo muy presente la situación de inestabilidad política y social que vive este gigantesco país africano de 105 millones de habitantes, de los que alrededor de la mitad son católicos pero viven desangrándose en guerras civiles y tribales.
Otra parada en su gira es Sudán del Sur, un nuevo país que es el más joven del mundo junto con Paraguay y en donde los conflictos son parte de su nacimiento y de su realidad.