miércoles, mayo 14

Pagaremos un precio más alto si no actuamos

La aseguradora alemana analizó las medidas más importantes que se están introduciendo o debatiendo en la actualidad para frenar el calentamien­to global y concluyó que, solo para el sector energéti­co, el coste adicional será de US$900.000 millones. Nue­vas reducciones en el límite de emisiones o regulaciones industriales podrían elevar esa cantidad. El informe sale a la luz conforme los representantes de casi 200 países mantienen conver­saciones sobre el clima en Madrid para hacer cumplir el Acuerdo de París 2015 a fin de limitar la contamina­ción de los combustibles fó­siles. La Organización de las Naciones Unidas advirtió que la perspectiva climáti­ca mundial es “sombría”, y las protestas de que los Go­biernos mundiales no están haciendo lo suficiente para evitar el calentamiento mundial se están intensifi­cando.

“La transformación que se necesita con urgencia a un sistema económico neutral respecto al clima futuro requiere una estrecha coo­peración entre el Estado y las empresas en vista de los altos costes de transforma­ción”, dijo Ludovic Subran, economista jefe de Allianz. “La transición a economías climáticamente neutrales solo podrá tener éxito si las empresas no están sobrecar­gadas y ambas partes gestio­nan activamente el cambio estructural”.

Allianz argumentó que la mayoría de las empresas están “insuficientemente preparadas” para la ola re­guladora que se aproxima, y les instó a evaluar sus emisiones y abordar los efectos indirectos, incluida la transmisión de la cadena de suministro y los riesgos financieros.

“El mayor riesgo es la pérdi­da total de valor de ciertos activos o negocios enteros”, decía el informe.

Diversos países y comuni­dades de todo el mundo ya están sufriendo fuertes im­pactos derivados del cambio climático, entre los que se incluyen sequías, inunda­ciones, desastres naturales más frecuentes e intensos, y aumento del nivel del mar. Y los sectores más pobres y vulnerables son los más afectados. Con cada año que pasa, se incrementan los riesgos de que no sea posible acotar el cambio climático. A menos que se tomen medidas urgentes, el cambio climático podría empujar a otros 100 millo­nes de personas a la pobreza para 2030.

Esto también podría sig­nificar que, para 2050, 143 millones de habitantes de tres regiones en desarrollo se conviertan en migrantes climáticos, en vista de que muchas personas, familias e incluso comunidades enteras se verán forzadas a buscar sitios más viables y menos vulnerables para vivir.