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Osos polares y cambio climático

Alimentarse o comer bien es fundamental  entre otras cosas porque:

  • Ayuda a tener un buen estado de salud
  • Previene enfermedades no transmisibles como la diabetes, las cardiopatías, los accidentes cerebrovasculares y el cáncer.
  • Fortalece el sistema inmunológico
  • Mejora la circulación sanguínea.
  • Ralentiza el proceso de envejecimiento.
  • Evita enfermedades cardiovasculares.
  • Ayuda a obtener un peso saludable
  • Previene la fatiga crónica y el cansancio
  • Mejora el estado de ánimo
  • Mantiene el funcionamiento adecuado del sistema inmune.
  • Previene infecciones
  • Mantiene sanas la piel, los ojos y la visión, las vellosidades del intestino y los pulmones.
  • Ayuda al organismo a utilizar la energía aportada por los macronutrientes
  • Desencadena mecanismos fisiológicos que permiten la digestión de los alimentos y la absorción, transporte y metabolismo de los nutrientes.

No solo para el ser humano sino también para los animales, algunos de ellos se encuentran en estado de supervivencia y lo más probable es que entren en la negra lista de extintos si siguen así.

Ahora los osos polares corren el riesgo de morir de hambre al enfrentar períodos más prolongados sin hielo en el Ártico.

El Ártico tiene una población de alrededor de 4 millones de personas, entre las que hay más de 30 pueblos indígenas. La población indígena supone menos del 20% del total. Lo que nos asegura la presencia de seres humanos en las latitudes más frías del planeta. 

Los osos utilizan el hielo para acceder a los alimentos, pero un estudio de animales en Canadá muestra que luchan por adaptarse a pasar más tiempo en tierra firme en medio de la crisis climática. Una que no perdona a nadie en el planeta, uno que va sintiendo los cambios con los accidentes climáticos que ponen en riesgo nuestra vida cómo la de nuestra fauna. 

Cambios que afectan

Una que es importante no solo para admirar, registrar fotos de la misma para guardarlas en la “nube” y/o hacernos de partes de su cuerpo para utilizarlas cómo accesorio en el nuestro o para decorar alguna parte de nuestras casas hoy corre peligro.

Los biólogos estiman que quedan entre 20.000 y 25.000 osos polares en el mundo. El 60% de ellos viven en Canadá, pero también se encuentran en Alaska, Estados Unidos, Rusia, Groenlandia y Noruega. Que no son sus espacios naturales o lugares congénitos.

 El hielo y el permafrost del Ártico (suelo que está permanentemente congelado) almacenan grandes cantidades de metano, un gas de efecto invernadero que contribuye al cambio climático . Cuando se descongela se libera metano, aumentando la tasa del calentamiento.

Todo eso  no solo afecta a quienes vivimos en ambientes calurosos o templados, sino a toda la vida en el mundo que presenta efectos globalizadores del cambio climático.  Y todavía hay algunos que dicen que el cambio climático es una invención.-

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