Managua, 7 nov (EFE).- Al menos nueve líderes territoriales de la oposición fueron detenidos por la Policía Nacional antes de la votación de este domingo en Nicaragua, en las que el presidente Daniel Ortega busca una nueva reelección, denunciaron este domingo las organizaciones Unidad Nacional Azul y Blanco y la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia.
«Contabilizamos al menos ocho de nuestros liderazgos secuestrados por el régimen, en redadas ilegales, lo cual no hace más que reforzar el estado de sitio en el que el régimen de Ortega y Murillo ha colocado a la oposición», dijo la dirigente de la opositora Unidad Nacional, Alexa Zamora, en un audio, en el que confirmó los arrestos.
La Alianza Cívica, que fue la contraparte del Ejecutivo en unas mesas de negociaciones con las que se buscaba una salida a la crisis que vive el país desde abril de 2018, denunció, por su lado, la aprehensión de una líder territorial, cerca de la medianoche del sábado.
«En Nicaragua persisten el hostigamiento, vigilancia, amenazas, intimidación, acoso, ataques y detenciones ilegales arbitrarias de nuestros dirigentes municipales, departamentales y enlaces territoriales», señaló la Alianza.
Entre los detenidos están los líderes territoriales Yaser Mahumar Vado y Nidia Barbosa, de la Unidad Nacional y de la Alianza Cívica, respectivamente.
Los nombres del resto de líderes detenidos no fueron identificados públicamente por petición de sus familiares, explicó la Unidad Nacional, que confirmó que persiste la ola de capturas de opositores que inició en mayo pasado.
Hasta el 21 de octubre pasado, cuando fue detenido el presidente del Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep), Michael Healy, y el vicepresidente de la patronal, Álvaro Vargas, se contabilizaban 39 líderes y profesionales independientes encarcelados en el marco de las elecciones.
Entre los detenidos están siete aspirantes a candidatos a la Presidencia por la oposición, acusados, entre otros, por delitos que son considerados traición a la patria, y de lavado de dinero.
El observatorio Urnas Abiertas, que da seguimiento a la violencia electoral en Nicaragua, registró 1.656 hechos violentos en el marco de las elecciones desde octubre de 2020, incluyendo 120 en el último mes.
En estos comicios Ortega, quien coordinó una Junta de Gobierno de 1979 a 1985 y presidió por primera vez el país de 1985 a 1990, y retornó al poder en 2007, busca su tercera reelección seguida para un cuarto mandato consecutivo de cinco años, y segundo con su esposa, Rosario Murillo, como vicepresidenta.
Tanto la oposición, como la Organización de los Estados Americanos (OEA) y la Unión Europea, han cuestionado la legitimidad de las elecciones en Nicaragua.
Más de 4,4 millones de nicaragüenses están llamados a las urnas para elegir a su presidente y vicepresidente, 90 diputados ante la Asamblea Nacional, y 20 ante el Parlamento Centroamericano (Parlacen). EFE