Automáticamente al escuchar o ver la palabra memoria lo vinculamos a la mente, lo que no está mal, porque todo aquello percibido por nuestros sentidos genera enlaces que registrados en nuestros cerebros hace que la memoria funcione cómo debe Clave este proceso para trabajar, estudiar o relacionarse bien con otras personas en cualquier círculo que tengamos la oportunidad de participar.
Por eso es importante cuidar nuestra vista, oído, tacto y todo canal encargado de llevar información a nuestra mente, que puede verse en problemas si estos canales son utilizados en exceso para consumir ruidos, figuras feas y hasta olores desagradables. Ell oler está muy ligado a nuestro registro emocional, que es un registro en el que se plasman pensamientos, emociones y conductas, así como las situaciones en las que estos tienen lugar, y forman parte para algunas personas de algo fundamental para sus vidas: aquellas que son más emocionales y hacen importantes y fundamentalmente el sentir bien más que el pensar bien para estar mejor.
El antropólogo de los olores, Joël Candau, explica el papel muy importante del olfato en la vida social, sexual y familiar, y el retorno a la gracia en los últimos años de este sentido largamente devaluado.
Es importante no solo para el lograr pensar bien el cuidado de nuestros sentidos sino por sobre todo para sentir bien, hacia donde, lo que o quienes nos dirigimos, trabajamos o existimos diariamente.
Se estima que la mitad de las personas que contrajeron el Covid-19 en 2021 padecían anosmia, es decir, pérdida del olfato. Lo que pudo generar también problemas en nuestra forma de manejar nuestras emociones.
