Tres grandes hitos históricos y políticos marcan no sólo la semana pasada sino definitivamente el mes, primero la victoria del delfín del narco-neocomunista Evo Morales en Bolivia y sobre lo cual hablamos la semana pasado, más la ruptura de la frágil coligación Partido Popular y Vox en España y finalmente, la esperada victoria del “Apruebo” en el referéndum de Chile.
Comencemos por el primero, la semana pasada el líder del ultra conservador partido Vox Santiago Abascal promovió en el parlamento español una moción de censura contra el gobierno de Frankenstein, es decir, el de Pedro Sánchez y su coligación PSOE-Podemos del castro-chavista Pablo Iglesias. Abascal acusó a Sánchez de su pésima gestión de la pandemia del virus chino, de seguro la peor de Europa, la partidización de TVE y la Policía, más los ataques de Iglesias a la Monarquía y la Constitución española.
Pero Pablo Casado líder del Partido Popular, quien viene de destituir recientemente a su brillante portavoz Cayetana Álvarez, en lugar de apoyar a su aliado Vox, contrariamente arremetió brutalmente contra éste, solidificando así la tesis de cohabitación con Sánchez. Vox, cargó con una aparente derrota quedando muy aislado en el seno del Congreso español, aunque en las calles el fervor por la defensa de España se lo llevó Vox, confirmado el error de cálculo de Casado cuyo partido pierde conexión con la ciudadanía.
Yéndonos al otro extremo del Atlántico, a sus límites occidentales llegamos a Chile, donde sin ningún tipo de sorpresas resultó victoriosa la opción del “Apruebo” con un 78% y un 22% el “Rechazo”, aunque los medios progresistas y las grandes cadenas hablan de “aplastante victoria”, no es tan cierto si miramos más allá de la nariz de Cleopatra los datos oficiales, pues, la participación apenas superó la mitad, es decir un 51%. Lo cual devela que la otra mitad le resulta indiferente una nueva Carta Magna, y que los más afiebrados electores corresponden a los izquierdistas radicales chilenos, muchos que sin leer la actual Constitución consideran que ya no sirve.
Para cerrar, sólo me resta decir que en estos tiempos de revolución de los ignorantes o de los tontos, me resulta pertinente compartir una la frase del prominente jurista, socialcristiano y dos veces Presidente de Venezuela el Dr. Rafael Caldera Rodríguez quien dijo en 1999: “pude hacer profundas reformas en el país sin cambiar un solo artículo de la Constitución”. Sólo el tiempo nos dirá sin la nueva Constitución emergida de la Asamblea Constituyen sea capaz de llevar a Chile al nivel de desarrollo y reducción de la pobreza que la actual hizo.
