Doctor en Historia (UCAB) @ Nahem_Vzla
Tal vez me toca una tarea muy difícil, ofrecer el balance de dos Cumbres que tuvieron lugar la semana pasada, pero este es un tópico de poco interés colectivo, tras considerarlas como poco útiles para la vida cotidiana. Sin embargo, dos coparon la atención del ámbito informativo al menos en el hemisferio occidental, la primera de ellas la Organización Atlántico Norte (OTAN) y la segunda el Mercado Común del Sur (MERCOSUR).
La primera es una herencia de la extinta Guerra Fría, cuando los países democráticos occidentales sentían la necesidad de protegerse frente a su poderoso y siempre hambriento de territorios, la URSS. El principio fundamental de la OTAN es que ninguno de sus integrantes atacará primero a rival alguno, pero si uno de ellos es atacado, todos saldrán en su defensa. Este principio en gran medida coadyuvó primero para evitar otra conflagración al menos en Europa, pero a la vez, sirvió como un macro-factor de disuasión frente al peligro potencial de los soviéticos.
Los conflictos actuales a lo interno de la organización en su 70 aniversario, es que la Guerra Fría terminó con la caída de la URSS la última década del siglo pasado y desde entonces la preguntas es ¿tiene sentido la OTAN sin la URSS? Lo cierto es que las amenazas mutaron, emergiendo el terrorismo trasnacional como el nuevo enemigo común del bloque, a lo que se suma la reciente exigencia del Pdte. Donald Trump a que todos los países miembros deben elevar sus gastos de Defensa al 2% del PIB, pues, considera que USA no debe pagar por la seguridad de sus socios europeos. Las fricciones entre sus miembros llegaron al punto que el mandatario francés Emmanuel Macrom se refirió en vísperas de la Cumbre que la OTAN se encontraba bajo “muerte cerebral”. La cumbre estuvo marcada por desencuentros, la burla del Primer Ministro de Canadá Justin Trudeau al Pte. Trump, a la que éste le respondió diciendo que tiene “dos caras”. Pese a las escaramuzas, finalmente se firmó la declaración conjunta de la cumbre en la que por primera vez se colocó sobre la mesa China y la tecnología de las 5G. Cerramos en Brasil con la 55° Cumbre del MERCOSUR en la que dos mandatarios se despedías, Mauricio Macri de Argentina y Tabaré Vázquez de Uruguay (quien no asistió). La cita tuvo lugar en Rio Grande do Soul, con el Pdte. de Brasil Jair Bolsonaro en calidad de anfitrión y quien traspasó la presidencia Pro-Témpore a su homólogo paraguayo Mario Benítez. Entre las otras novedades, es que si invitó a la mandataria boliviana Jeanine Áñez y se colocó en el centro la democracia y la apertura económica, con los dos grandes ejes de la cumbre sudamericana, quedando atrás los años de una organización altamente ideología por la doctrina socialista impulsada por el entonces Pdte. de Venezuela, Hugo Chávez.
