El gran problema de la pandemia es que es un problema de todos. Resolverlo entre todos es por lo tanto el mandato de la hora. Ya somos el país con el mayor número de muertos por millón de habitantes o al menos compartiendo ese infausto lugar con Uruguay y Perú. Ahí habrá comicios de segunda vuelta este domingo y muchos creen que ganará el maestro Castillo por sobre Keiko Fujimori sostenido en el hartazgo hacia la clase política incapaz de enfrentar el grave problema sanitario.
Ahora desafortunadamente según estudios de la universidad norteamericana John Hopkins, Perú posee el peor número de Covid per cápita del mundo después de revisar los datos de muertes. Cifras actualizadas dan al país un número de muertes per cápita de 500 por cada 100.000 personas, el doble que el de Brasil donde a Bolsonaro parece importarle poco que ya hayan superado los 460 mil fallecidos por Covid.
ALGUNOS COMIENZAN A EMERGER
Hasta dónde hemos llegado los latinos mientras Inglaterra celebra el primer día sin muertos por Covid desde marzo del año pasado y EEUU vacunando menos del 50% con doble dosis tuvo 150 muertos por día esta semana. Mucho ha cambiado en la región y en el mundo desde aquel 26 de febrero, cuando en Sudamérica las autoridades brasileñas informaron haber detectado la presencia del nuevo coronavirus en un hombre de 61 años en Brasil. Hoy con todos los efectos de esta gran problema global nuestro vecino ha cerrado la entrada de los extranjeros por vías que no sean las áreas. Mientras nuestros vacunatorios están sin gente y el país sin vacunas solo el 3% de Latinoamérica se ha inoculado. Más no se trata de competir entre países de cuantos habitantes logra vacunar sino que la consciencia de que gente se vacune, elevar su inmunización y no doblegar la cantidad de muertos cómo es el caso de India que aunque haya descendido a 4000 muertes, más se encuentra duplicando el número de muertos por covid 19.
NO CUMPLIMOS LO BÁSICO
La gravedad de la enfermedad con su lamentable número de infectados y difuntos también es promovida por la poca o ninguna conciencia de la gente para establecer los cuidados básicos recomendados y repetidos por médicos así cómo medidas preventivas cómo la vacunación. Vamos mal en varios frentes y el problema está lejos de ser resuelto entre nosotros.
“El Estado protegerá y promoverá la salud como derecho fundamental de la persona y en interés de la comunidad. Nadie será privado de asistencia pública para prevenir o tratar enfermedades, pestes o plagas, y de socorro en los casos de catástrofes y de accidentes” dice nuestra Constitución cuyo artículo es letra muerta ante la realidad de los hechos.
Los números serán altos en junio y julio. Las vacunas no llegan ni hay fechas para recibir las 5 millones de dosis que requerimos, no hemos inmunizado ni a un millón hasta ahora y todavía hay algunos que dicen que vacunarse nos hace rehenes de Soros y de Gates. Gran problema la corrupción, la ignorancia y la incapacidad de resolver los grandes desafíos comunes.