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Nuevo contrato social

@jpferbo

Tantas incertidumbres nos trae el “Corona-Virus” no solo en lo económico, sino en lo social y por qué no, hasta en lo cultural. Nuevas formas de relacionamientos y hasta de conductas se establecerán con el distanciamiento entre las personas que ha generado esto en la dinámica de interactuar y que forzara obligatoriamente un nuevo contrato social, modificando a fuerza el régimen jurídico de todos los sistemas normativos del mundo, y por supuesto, incluyendo el nuestro.

Un futuro incierto donde los acuerdos entre estados y las constituciones de los mismos podría ser literatura de fantasía ante las necesidades al interior de los propios países que hace un mes vivían la globalización en su máxima expresión y no nos dábamos cuenta de señales como los discursos de recomendación a los países de mirarse hacia adentro y el famoso “muro” de Trump, el Brexit de los Ingleses y el carácter de espectador silencioso de los Ruso al conflicto Chino – Americano. Como decía Hamlet… “Algo huele a podrido en Dinamarca”… y no nos dábamos cuenta o no queríamos darnos cuenta.

Estos hechos nos pueden servir como ejemplos de que los tratos y acuerdos van a ser modificados según las nuevas necesidades que nos va a demandar esta pandemia, porque como la vida misma, el derecho es real, dinámico y debe estar acorde a las nuevas circunstancias.

El estado nos pide que nos quedemos en nuestras casas para preservarnos del mal que se viene y por tal debe de proveer todos los recursos y mecanismos para que los habitantes de un territorio puedan obedecer, acatar y cumplir la orden. Si no se les brinda esto, ¿qué puede hacer el individuo?, yo dejo que usted responda.

Termino con algunas líneas de reflexión de unos pensadores sociales que me parece interesante repasar para ver qué camino seguir de ahora en más, porque de que se viene una reforma a la fuerza, se viene!

Jean-Jacques Rousseau, el del “El contrato social”, habla de la igualdad y la libertad de todos los ciudadanos dentro de un Estado. Según este, el ejercicio de esta voluntad es lo que se llama “soberanía” y debe ser reconocida por sobre los poderes reinantes.

Para Hobbes, los individuos reconocen sus derechos al gobierno y en cambio, el único derecho que tiene el hombre es el derecho a la vida. No pueden rebelarse en ningún momento porque lo que hace el estado siempre es justo.

Y por último, según John Locke, para vivir en paz y libre en una sociedad, los individuos deben renunciar a algunos de sus derechos naturales y en cambio de estos, tendrían derecho a la vida, la libertad y la protección de sus propiedades. Sin embargo, cuando las autoridades no respeten el contracto, los individuos pueden rebelarse para cambiarlo.

Es tiempo de empezar a pensar, ya no en el pasado, sino en lo que debemos de ocuparnos entre todos de construir. El nuevo contrato social debe empezar a escribirse después de esta semana santa y lo debemos hacer TODOS, porque este estado NO DA MAS.

Equipo Periodistico
Equipo Periodistico
Equipo de Periodistas del Diario El Independiente. Expertos en Historias urbanas. Yeruti Salcedo, John Walter Ferrari, Víctor Ortiz.

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