Atrás han quedado las torturas, prisión por pensar o comunicarse diferente a lo que un gobierno ordenaba, le gustaba que se piense, diga y se haga, 33 años atrás uno de los gobiernos más tenebrosos del Paraguay terminaba abriendo las puertas a un sistema que nos responsabiliza a todos de nuestro destino.
La democracia no llegó sola con ella, es cierto muchos derechos importantes para nuestra vida se afianzaron cómo el acceso al agua potable, acceso igualitario a la atención de salud para todos y una libertad de prensa que por no haber sido cuidada ni tratada con la seriedad que merece ser la noticia y audiencia también se encuentra cada vez más frágil y menos contundente cómo fue hace más de 33 años. Hoy cortaron la transmisión de la explicaciones de los negocios de Cartes por parte del ministro del interior. La TV Cámara nos impidió saber para participar.
Consolidar las libertades
La democracia no es vivir haciendo lo que uno quiere sino hacerlo con responsabilidad, o cambiando el libertinaje por la libertad sería donde no todo debe ser; “porque tengo el derecho lo hago!” sino lo hago por derecho y porque cumplí el deber para poder hacerlo. El derecho del deber debe ser un equilibrio no practicado en democracias que corren el riesgo de desaparecer y volver a dictaduras descomedidas que van contra los derechos humanos.
Varios grupos lgbt y heterosexuales sufrieron bajo la dictadura stronista que con sus maniobras cercenaron libertades humanas básicas persiguiéndolas, torturándolos y haciéndolas desaparecer.
La democracia es una tarea de cada uno que trae consigo ver, entender y aceptar diferencias en una sociedad que ya no tolera abusos, maltratos ni malos momentos por verse, actuar o hablar distinto a la mayoría. Debe entender en democracia la importancia de integrar a todos en el compromiso de construir juntos la libertad y la democracia que es un camino hacia ella.