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Nueva apuesta al turismo peruano

El turismo consiste en una actividad recreativa que consiste en viajar o recorrer un país o lugar por placer y que a su vez nos sirva para aprender de culturas, prácticas e historias ajenas a nuestra realidad cotidiana. Existe el turismo interno que es el existente en el recorrer nuestro país, ciudad y hasta barrio que ofrece mucho con el solo hablar con nuestro vecino que puede conocer novedades que no sabíamos que tuvo o tiene la vida.

Uno de los viajes que en el tiempo según la inmensa historia de la humanidad tiene registrado personajes, momentos y construcciones existentes hasta hoy y que valen la pena conocer cómo las que hay en nuestro continente y específicamente es el Perú. País que automáticamente al mencionarlo se vienen dos palabras de un espacio de referencia arquitectónica de dimensiones feroces; el Machu Picchu, ubicado en la provincia de Urubamba, Región Cusco, más no es lo único que tiene este país para enseñarnos sino también la Ruta Moche: una ciudad de adobe, momias, pirámides y una parada en Trujillo. 

El territorio de ocupación moche se desarrolló entre los años 100 y 850 dC. El distrito de Moche es uno de los once que conforman la provincia de Trujillo, ubicada en el departamento de La Libertad, en el norte del Perú. Un viaje que además de descifrar la apabullante y ancestral cultura mochica, con una visita a Chan Chan o a La Señora de Cao, permite probar una gastronomía a todas luces imbatible.

Siendo la oferta gastronómica peruana muy atractiva por poseer sabores y gustos variados y bien sazonados capaces de conquistar cualquier paladar. 

Mas allá de los lugares típicos

La estrella del turismo peruano es Machu Picchu, la cumbre del desarrollo del mundo inca, obra maestra de la arquitectura y la ingeniería ubicada en un entorno paisajístico sin parangón en el resto del planeta y considerada una de las siete maravillas del mundo que por experiencia particular recomiendo ir a conocerla y experimentar el alucinante efecto que tiene observar por segundos trabajos hechos hace tiempo y que ahora forman parte de espacios culturales y turísticos únicos. Vale la pena   conocerlo  para lograr entender el valor y reconocimiento que tienen de ser consideradas una de las maravillas mundiales. 

Para llevar a cabo una completa experiencia arqueológica conviene familiarizarse con términos como huaca (lugar sagrado) o huacos (las piezas de cerámica que salen al excavar los monumentos arqueológicos), así como las fechas en las que nos centramos: del año 100 al 850 se desarrolla la cultura mochica, del 900 al 1470 es el periodo chimú y desde 1470 hasta la llegada de Pizarro fue el momento inca.

En está “nueva” oferta turística existen diversas alternativas a tener en cuenta cómo;

1. Chan Chan: es la ciudad de adobe más grande de América, desde 1986 patrimonio mundial por la Unesco. Está constituida por 10 conjuntos amurallados y fue la capital del reino chimú, muy avanzado en cuanto a planificación urbanística y al manejo de materiales constructivos.

2. La Señora de Cao: El descubrimiento de la señora de Cao en 2006 cambió la historia de la arqueología. Si hasta entonces los grandes gobernantes eran sacerdotes guerreros, en este caso la gobernante fue una dama. La Señora de Cao fue la dama con mayor poder en la cultura mochica y gobernó el norte del actual Perú entre los siglos IV y V.

3. El Señor de Sipán: El hallazgo de la tumba del Señor de Sipán por parte del arqueólogo Walter Alva y su equipo en la llamada Huaca Rajada fue el más representativo en 1987. 

Perú apuesta  a una nueva y atractiva forma de atraer turistas y divisas con la oferta de la ruta moche.

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