Sobre las cuestiones del uso de la energía eléctrica del Paraguay se ha hablado mucho, pero no estamos convencidos que nos encontramos sobre una mina de oro que cualquier país anhelaría.
En el tiempo en que las energías limpias pasan a ser gravitantes, importantes y claves para el desarrollo de un país, nosotros solo utilizamos de Itaipú el 8% del 50% que disponemos en casi 50 años y una cantidad similar pasa con la hidroeléctrica de Yacyretá, con la Argentina.
No hemos hecho una campaña para dejar de depender del talado de bosques y convertirlo en biomasa. En el Paraguay hace rato deberíamos tener por completo los 7 millones de habitantes, una cocina, inducción eléctrica, motos eléctricas, coches eléctricos, autobuses de igual porte, tranvías y trenes para hacer de nuestro país una referencia a nivel mundial por ser la nación que usa la mayor cantidad de energía limpia y no contaminante, como los derivados del petróleo.
Sin embargo, no hacemos esa tarea porque no estamos convencidos que eso sea realmente una riqueza. Entre los Objetivos del Desarrollo Sostenible se encuentra ese tema: el uso masivo de hidroenergía.
En ese camino dos paraguayos han decidido desandar el trayecto entre Asunción y Ciudad del Este en motos eléctricas, para demostrar que se puede porque pareciera que en nuestro país si explican las ideas y no se muestran con ejemplos concretos, nadie todavía cree que estamos sentados sobre una mina de oro.
