Comentario 3×3
Uno de los problemas centrales del país es la impunidad, más que la corrupción. Existe lo segundo porque la impunidad ha campeando entre nosotros y no se demuestra desde el Poder Judicial un verdadero propósito, un compromiso, una responsabilidad de enfrentar con éxito una circunstancia de este tipo.
Pareciera que los jueces y fiscales están cómodos ante el sometimiento que les genera la dependencia de los políticos en su nombramiento y en su posibilidad de cesantía. No vemos que la justicia se anime a ser justa y tenga que levantarse por aquellos que siguen encadenándola, impidiendo con eso que tengamos una mayor justicia y vivamos en un mundo de mayor previsibilidad y no tengamos que resolver los conflictos por la vía violenta, sino por aquello que está determinado en nuestra Constitución y en las normas.
La justicia del año 2020, con todo lo que ha significado este tiempo de pandemia, no hizo la mea culpa que se esperaba ni tampoco enfrentó a la sociedad con el recurso de decir que estaban comprometidos en cambiar. Pareciera que ni una circunstancia dramática ni drástica como la pandemia ha llegado a inmutar a nuestra inmutable justicia.