Por Griselda Yúdice
Una gestión corrupta, ineficiente e indiferente hacia las necesidades del pueblo definitivamente, no es la forma de Gobierno que precisamos para afrontar la crisis provocada por la pandemia.
Con violencia no se solucionan los problemas es algo que deberíamos reclamarle al Presidente Mario Abdo Benítez, quien violando la Constitución Nacional, saca a los militares a reprimir, disparar, torturar a ciudadanos en Alto Paraná.
Violencia es hambrear al pueblo, no poner en vigencia programas de protección social, que garanticen derechos básicos como comida y salud, y solo poner toda la maquinaria del Estado a funcionar para proteger el enriquecimiento lícito e ilícito de los amigos.
Violencia es obligar a miles de trabajadores y trabajadoras, todos los días, a arriesgar sus vidas y las de sus familias al acudir a sus trabajos en colectivos repletos, a realizar sus tareas aglomerados y sin los insumos de seguridad.
Los saqueos son intolerables, por eso es que la ciudadanía cansada sale a las calles a reclamar. Estamos viendo como tanta impunidad acumulada por décadas se convierte en una bomba que estalla en la cara de las autoridades y dirigentes colorados de turno. Ya no podemos permitir el robo descarado de la claque que viene acumulando y heredándose privilegios e inmensas fortunas a costa de las arcas del Estado.
Duele observar como ellos celebran sus pactos de impunidad, concretan su Operación Cicatriz, priorizan sus acciones de copamiento de los poderes, mientras la gente pasa hambre o muere por falta de atención sanitaria.
La salud debe ser la prioridad; mejorar los servicios de atención en todo el país, reforzar las campañas de concienciación, controlar el transporte público y las empresas e instituciones que ya están funcionando, garantizar un Ingreso Mínimo Vital para quienes lo necesitan de forma urgente como los trabajadores informales, los suspendidos y los desempleados y para quienes se encuentran en rubros todavía no reactivados.
La flexibilización de la cuarentena no sirve si no se garantiza el cumplimiento de protocolos sanitarios y el #QuedateEnCasa debe estar acompañado de medidas de protección social porque la comida, el tapabocas, el alcohol en gel, los servicios básicos, el alquiler no se pagan solos.
Lo imprescindible es sobrevivir no la acumulación de riqueza en manos de unos pocos. Es momento de que el Estado ponga el foco en la gente.