Los problemas sanitarios de carácter respiratorio han vuelto a aparecer en el país y no hay un hospital público que no diga que inclusive sus salas de urgencia están completamente rebasadas. Nos preguntamos si con todo el dinero que se obtuvo durante el Covid-19, ya tendríamos que haber preparado una infraestructura que cuando aparezca una circunstancia menor -en términos de cantidad de demanda requerida- pudiera responder con éxito.
Tendríamos que haber puesto todos nuestros problemas sanitarios sobre la mesa, y en función de eso diseñar futuros hospitales, contratar a los médicos, establecer los criterios técnicos que deberían tener para dar un mejor servicio.
No hicimos nada de eso, y ahora el Ministro de Salud en foros internacionales dice que el problema ha sido la salud, y especialmente las vacunas. No, el problema es de carácter administrativo, de gestión, de no hacer aquello que debiéramos en tiempo y modo cuando tenemos los recursos imponibles porque no hacerlo así demuestra que no hay voluntad en el Gobierno para resolver problemas recurrentes de hace muchos años, que tienen diferentes pretextos y causas que los sucesivos gobiernos no quieren admitirlos como parte de su responsabilidad y de su compromiso.
