Quieren crear un ente para imprimir billetes y acuñar monedas
Lo único que nos faltaba. Tener en casa “la maquinita”, como llaman irónicamente en algunos países a las imprentas dedicadas a fabricar dinero de curso legal. La idea es de un legislador que quiere crear la Casa de la Moneda con la finalidad de imprimir aquí los billetes en lugar de tener que encargarlos en el extranjero.
A riesgo de incurrir en obviedades, hacer billetes de banco no es imprimir afiches o fabricar galletitas. Desde que se creó el guaraní en 1943 y sobre todo, a partir del funcionamiento del Banco Central del Paraguay en 1952, la impresión de los billetes que constituyen nuestra moneda de curso legal y fuerza cancelatoria se encargó siempre a las mejores casas especializadas en la materia. Una de ellas es la británica Thomas de La Rue, que no sólo imprime billetes sino que además fabrica las impresoras, el papel y los insumos utilizados en uno de los procesos industriales más delicados y complejos, con garantías de seguridad contra la falsificación.
Este proceso no admite más que un solo nivel de calidad, el máximo, con cero errores. Del diseño de los billetes, hecho a partir de la idea madre proporcionada por el país emisor, participan los mejores especialistas a quienes toma un promedio de seis meses a un año terminar un billete.
En el Canadian Bank Note, otra casa de impresión de prestigio mundial, para introducir un nuevo diseño se analiza antes cómo han funcionado sus series de billetes existentes y así mejorar su seguridad, durabilidad, accesibilidad y funcionalidad. Luego están los científicos encargados de contrarrestar las amenazas de seguridad con innovaciones en sustratos, tintas, recubrimientos, hilos y demás accesorios contra la falsificación. Estas condiciones rigen también para la elaboración de pasaportes, documentos de identidad, billetes de lotería, visas y otros productos con altas exigencias de seguridad. Como se ve, un negocio complejo y altamente diversificado, para una bandeja de clientes amplísima.
Crear la Casa de la Moneda como ente autárquico, como reza el proyecto, es abrir paso a otro elefante blanco. Ya tenemos problemas con el agua, la luz, el cemento y el alcohol carburante. Qué necesidad hay de plantear otro problema cuando hoy el BCP tiene todo resuelto licitando la provisión de billetes entre las mejores imprentas del mundo.
Ni se les ocurra.
