Uno observa la gran cantidad de edulcorantes con estéreas que se sirven en el avión, en restaurantes y en distintos sitios; y pensar que eso ha tenido un origen es de conocimiento en el Paraguay, pero no lo hemos patentado.
En Jalisco lo han hecho con el tequila, esa expresión no puede ser utilizada en ninguna parte -incluso de México- en la labor del procesamiento a partir del agave, y eso le ha dado una marca a esta región mexicana en donde el carácter de exportación de ese producto se constituye en un valioso referente no solo económico, sino también cultural.
Definirnos en función de aquello que producimos también es una forma de identidad que aplicamos a nuestras mejores virtudes.