Comentario 3×3
Por Benjamín Fernández Bogado
La educación no sabe qué es exactamente lo que tiene que hacer, una de las opciones que habíamos planteado es hacer un relevamiento urgente a una legión de voluntarios paraguayos interesados en apoyar a los niños que hoy no tienen maestros, ni padres preparados para ayudarlos con sus tareas, o no tienen soporte tecnológico a través del cual se canalizan muchas de las propuestas en este tiempo. Eso nos daría un capital enorme entre los paraguayos de reconocer el valor de la educación.
No hay calle, no hay cuadra, no hay barrio, en donde no haya una persona que sepa cómo enseñar, y lo pueda hacer guardando las distancias sociales para este caso, y no con 15, 20, 50 alumnos por aula, podríamos hacerlo cada uno de nosotros, con 1, con 2 y hasta con 3 alumnos, y a esos les estaríamos ayudando en un trabajo voluntario de una hora o dos horas al día que pudieran significar que no perdieran el año electivo.
Hay que buscar soluciones educativas a esto, no es suficiente con decir que la tecnología como una cuestión chamánica que con solo frotarla va a producir conocimientos.
Eso no es así, la tecnología es un soporte al servicio de la persona, es ella la que hace posible que ese elemento pueda significar la reproducción de conocimientos y de saberes. Necesitamos hacer un relevamiento de cuántos paraguayos saben y son capaces de enseñar y voluntariamente se ofrecen para dicha tarea.
Eso no es nada grave ni tan difícil, si podemos repartir G. 1.5 millones en poco tiempo, ese relevamiento lo podríamos hacer en un par de días, abriendo las plataformas para que miles de paraguayos en capacidad de enseñar, se ofrezcan a hacerlo con los niños de la cuadra, del barrio, de la ciudad, con eso estaremos dando un poderoso mensaje de compromiso colectivo en el valor de la educación.
