lunes, noviembre 3

Natalidad en peligro

La necesidad es aquello a lo cual es imposible sustraerse, faltar o resistir cómo la comida, el techo, la ropa, en nuestro planeta existen muchas necesidades o personas que demuestran necesitar elementos básicos para vivir cómodamente. En la tierra existimos 8.062 millones de personas; niños, jóvenes, adultos y mayores de edad. En este planeta también viven o intentan vivir recién nacidos o bebés, el primer nivel del ser humano en la vida. Y las mujeres piensan que el mundo necesita más bebés, además de orden, menos contaminación y limpieza.

Las asistentes a la convención del movimiento a favor de la natalidad eran relativamente pocas y estaban todas de acuerdo: la maternidad necesita reinventarse. La maternidad es el Estado o calidad de ser madre. Algo que al ser hombre desconozco, más si me toca algún día ser padre entenderé que sobre la mujer no cae toda la responsabilidad de ocuparse por el hijo hecho por la pareja que decidimos sin embargo estar juntos para ser un equipo. 

Para tener empatía el uno por el otro y compartir las responsabilidades de una familia de forma equitativa, para que de esta manera desde temprano los niños vean y aprendan cómo debe equilibrarse y funcionar la sociedad y cualquier equipo que les toque integrar algún día en sus vidas, en la escuela, colegio, universidad, empleo o agrupación deportiva. 

Preocupación global

Ahora en nuestro planeta existe un serio dilema que es el “descenso de la natalidad” y es un problema porque algunas culturas y sociedades podrían enfrentarse a una disminución significativa o incluso la desaparición. Esto podría aumentar la población anciana hasta el punto de no retorno.

200 personas habían volado para asistir a la Natal Conference (Natal Con), un evento con el principal objetivo de debatir el declive de las tasas de fertilidad. Había conservadores que asistían a la iglesia asiduamente y tecnólogos de Silicon Valley, padres de cinco hijos y padres de nueve, caballeros burgueses con chaquetas de cuero y mujeres que lucían prendas de Lilly Pulitzer, todos ellos con una preocupación común: cómo persuadir a los estadounidenses, concretamente a las mujeres estadounidenses, de la conveniencia de tener más hijos.

A lo que a algunas parejas en este país cómo en el mismo planeta no les interesa, preocupa importa mucho y se nota quizá por la importancia que dan a sus mascotas y el no interés por fabricar un ser humano que implica tiempo y contar con los recursos, tiempo y voluntad para ocuparse por el nuevo ser humano en el planeta. 

Tener un bebe, hijo/a puede enriquecer la vida, aumentar la felicidad y proporcionar un sentido de propósito y significado. A nivel social, contribuye a la continuidad de las familias, la transmisión de conocimientos y cultura entre generaciones, y al bienestar general de la sociedad.

Aunque para algunos resulte “pesado” o molesto escuchar llantos o demandas por cuestiones básicas, no poder controlar a ese niño “inquieto” o con mucha energía que a veces usa o destruye cosas particulares porque todavía no entiende de límites en el hogar, aula o donde se encuentre con otras personas. Y la solución de eso no se trata solo de golpearlo, humillarlo o denigrarlo, porque en el futuro corre el riesgo de haber convertido un enemigo contra el padre o el encargado de haber criado esa vida. La memoria puede tener buenos o malos efectos en la mente de cualquiera, por lo que es siempre importante cuidar bien nuestro presente y cómo nos comportemos en el mismo con cualquiera, en especial si son parte de la familia, el único grupo de personas que estará siempre con usted en caso de necesidades o carencias extremas.