Lo que debe lograr una publicidad más que hacer vender lo promovido es hacerte pensar, meditar, reflexionar en relación de lo que se presenta cómo alternativa entre las ofertas de productos o servicios. Me tocó ver una publicidad acerca de una campaña de seguros para jóvenes donde describe la realidad de esta franja etaria en España pero que es válida para cualquier parte del mundo. Desafíos que se vuelven un dolor de cabeza porque se sabe existen realidades que no tienen nada para asegurar cómo tener vivienda, hijos o una vida con propiedades que tienen sentido asegurar. El vacío con respecto a un futuro donde una aseguradora no tiene que asegurar.
La publicidad hecha en España muestra a un publicista explicando a jefes de una aseguradora, dejando claro lo complicado de diseñar una campaña para una generación de personas que no tenemos nada que gastar o donde invertir nuestro dinero.
Jóvenes sin trabajo o con trabajo precario y que viven en pisos de 200 metros cuadrados en los barrios más caros de Madrid no son la realidad de millones y la publicidad recuerda lo que dijo el FMI, que es que “en el 2030 no tendrás nada y serás feliz”. Lo que se destaca de esta iniciativa es que es una publicidad de una agencia de seguros que aparentemente patea contra su arco. No es corta porque en 90 segundos muestra y hace escuchar cifras de estudios sociales del presente y cómo esto puede incidir en nuestro futuro y nos hace pensar con lo que destaca a la empresa que lo pagó.
Cambiar paradigmas
Y cierra con un cuestionamiento que te deja prendido de la duda existencial que dice; “Nadie nos ha preguntado si queremos tener una casa, hijos, negocio, igual no queremos vivir bajo suscripciones, bajo un recordatorio constante de que no puedes permitirte nada y lo que crees que tienes en realidad es prestado, qué sentido tiene hacer una campaña de seguros para jóvenes si la mayoría no tiene la oportunidad de tener nada, que van a querer asegurar?. Un cuestionamiento ciertamente interesante para todos.. incluido nosotros.
A su vez es una llamada de atención a controlar y reducir el consumo cambiándolo por ahorro o inversión en proyectos o planes sostenibles a futuro.
El anuncio resalta también el dejar de exponer a una juventud que no es real, una juventud feliz, que realmente no tenemos nada y que tenemos que hacernos una idea de lo que realmente queremos y podemos tener para vivir cómodamente mañana. Un comercial para pensar y actuar ciertamente.-