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Muerte en el fútbol

Este es un deporte que empezó en 1848 no fue lo que es ahora. Es una actividad física de muchas demandas por parte del aficionado, la directiva y la liga que participe el atleta que debe entrar a la cancha para cumplir las jugadas entrenadas teniendo encima los gritos de la “barra brava”, del director técnico y sus asistentes para cumplir bien con lo ensayado siempre para ganar. Es cierto que se ha convertido en un negocio de patrocinio y uso de imágenes del jugador o emblema de un país o equipo particular para vender comidas, indumentaria deportiva o cualquier tipo de accesorio que usemos diariamente que nunca tendrán el mismo precio que nuestra salud y/o vida, en o fuera de la cancha, espacio en el que es habitual encontrarse con fanáticos peligrosos que por estar muy conectados con sus casacas, “trapos” o emblemas los hacen armarse, atacar o “defender” lo que sienten que los identifica. 

Esta realidad ha hecho que menos personas vayamos a las canchas para testimoniar en vivo y directo las jugadas, los goles y la acción de sus referencias deportivas que esperamos ver con vida antes, durante y después de cada partido para que puedan continuar corriendo, saltando y armando jugadas que terminan en goles que den vida a festejos y alegrías a la afición. Muchos  pueden salir de la cancha triste porque su equipo ha perdido o un integrante del equipo haya muerto sobre el gramado cómo fue el caso de un futbolista uruguayo que muere tras colapsar en un partido. La noticia es que Juan Izquierdo, de 27 años, sufrió un paro cardíaco el 22 de agosto mientras jugaba con Nacional contra São Paulo, en Brasil.

Este lamentable acontecimiento no se trata de algo ocurrido fuera de la cancha,  un escenario diferente a lo que exista en el césped o las gradas, donde es habitual tener tristes historias de muertes por estoques o uso de armas de fuego entre “hinchas” de los equipos que hayan participado de un juego en particular.

Falta de controles 

Izquierdo pertenecía a los registros de Nacional, hizo gran parte de su carrera en su país, donde además del Tricolor vistió las camisetas de Peñarol; Liverpool; Montevideo Wanderers y Cerro, mientras que en el fútbol mexicano jugó en el Atlético San Luis.

Falleció a la temprana edad de 27 años. se desplomó en el campo durante un partido en Brasil la semana pasada, murió el martes, dijo su equipo.

Un paro cardiaco puede darse por;

  • Esfuerzo físico: La actividad física vigorosa, especialmente en personas que no hacen ejercicio habitualmente, puede desencadenar un paro cardíaco. El esfuerzo físico puede hacer que el sistema eléctrico del corazón deje de funcionar.
  • Niveles anormales de potasio o magnesio: Estos minerales ayudan al funcionamiento del sistema eléctrico del corazón, y niveles anormalmente altos o bajos pueden causar un paro cardíaco.
  • Drogas recreativas: El uso de ciertas drogas, como cocaína o anfetaminas, aumenta el riesgo del paro cardíaco.

Izquierdo jugaba en el Nacional, un club uruguayo, en la Copa Libertadores, uno de los principales torneos sudamericanos, cuando sufrió una arritmia cardiaca, o ritmo cardiaco irregular, y un paro cardiaco el 27 de agosto, dijo su equipo. Jugaban contra el São Paulo brasileño. Este episodio marca un hito en lo que es el fútbol de hoy día, y cómo quizá debamos regular las demandas a los atletas que son seres humanos cómo nuestros parientes, vecinos, compañeros de trabajo o estudio, que es cierto algún día harán el viaje que nos cuesta aceptar a quienes quedamos con vida. Más, ás es uno de los más naturales en el planeta siempre y no debemos apurar o provocar ese momento, sino evitarlo y trabajar por seguir con vida de manera cómoda e impedir que continúen sucesos cómo el que se dió en Brasil hace poco con la muerte de un futbolista  

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