La combinación de las palabras golpe y Estado son de las que no hemos escuchado hace tiempo en AmericaLatina y aunque la decisión constitucional es grave no acaba con la crisis. Esto es lo que está sucediendo ahora en Ecuador, país que no está pasando un golpe de estado más si tiene variantes que llevan a ese drástico momento de cualquier gobierno. Lasso, su presidente, enfrentando un juicio político decidió apretar el botón constitucional de la muerte cruzada por el cual se va él y todo el congreso con la convocatoria de unas elecciones que completen el periodo de ambos.
Actualmente el presidente de este país, el empresario Guillermo Lasso que así cómo la política de su país no goza de buen estado de salud se encuentra trabajando intensamente para regular las manifestaciones y demandas que hace el grupo de transportistas que exigen la reducción del costo del combustible. En Ecuador el precio del diesel casi se duplicó y ha encarecido considerablemente el costo de vida de la población. Además es arrinconado por casos de corrupción.
Una medida de emergencia
También exige el alivio de deudas para los más pobres, más empleo, más presupuestos para la educación y salud para hacer frente al desabastecimiento de personal y recursos que efectivicen la atención sanitaria del ecuatoriano. Sus primeras medidas al anunciar la muerte cruzada fue eliminar impuestos y ayudar a sectores carenciados en el deseo de ganarse el favor de los mas desfavorecidos.
Queda por verse para saber cómo va a terminar esta serie de convulsiones que ponen en riesgo el ritmo y andar del gobierno y país que ahora más que nunca se encuentra en la agenda periodística que cubre mucho lo que va aconteciendo en el país cuyo nombre es el utilizado cómo referencia del medio del planeta. En el Ecuador de la democracia este cimbronazo no pre anuncia nada bueno,.
La muerte cruzada puede traer tranquilidad en un país donde el índice de popularidad del Congreso es del 4% y el del Ejecutivo del 15%. Nada para seguir mantenido en el poder.
