A pesar del hermetismo con que el Gobierno maneja la compra de vacunas, el senador Amado Florentin (PLRA) dio a conocer algunos detalles en torno a la compra de vacunas en la sesión de la Cámara Alta, lo que nos da una mejor impresión acerca de lo que está aconteciendo.
El Gobierno sigue gastando mucho dinero sin tener las vacunas. Unos U$S 108 millones se lleva colocando en recursos para la compra de las dosis que llegan de a puchitos. En otros casos, como la vacuna rusa, no ha llegado nada y se ha pagado al contado por todo lo que se estaba solicitando.
También es llamativa la diferencia que existe entre los precios a comprar. Algunas vacunas valen US$ 5, otras US$ 10 o US$ 15 y, en su momento, cuando inició el proceso de vacunación, llegaron a costar US$ 30, como el caso en que pagaron los israelitas a la Pfizer, para tener hoy en día completamente vacunada a su población.
¿Faltó capacidad de gestión?, absolutamente. ¿Hubo mucha negligencia?, también y probablemente mucha gente pensando en la corrupción y en cuánto podría quedarse en el negocio, que era bastante interesante y tentador.
Desde el momento en que la sociedad sabe de quiénes se compra y a qué valor, los que realizan la transacción pueden, fácilmente, quedarse con una porción importante. Como aquella afirmación: “Aquel que hace gárgaras siempre termina tragando algo”, es una expresión que bien puede aplicarse a la compra de vacunas.
Negligencia, ineptitud y sobre todo los deseos de corrupción han privado al país de vacunas en tiempo y modo. Tendríamos que estar vacunando como en Bolivia a la población de 40 años para arriba como mínimo, si hubiéramos hecho correctamente la tarea.
