Las fuertes críticas del vicepresidente de la República, Hugo Velázquez, hacia la cabeza del Poder Ejecutivo desnudaron una clara intención de poder, al cuestionar la administración del Gobierno de la que él también forma parte.
“En Paraguay no prima la ley de hacer el bien común para todos, sí se busca un poder. Está visto que desde la época de la democracia ningún vicepresidente parece que ayuda a su presidente. Está a la tentativa, al acecho de ver al presidente fracasar”, expresó Monseñor Mario Melanio Medina, en entrevista con Benjamín Fernández Bogado para Radio Libre.
Monseñor Medina agregó que el pecado original está en que nadie va a mejorar la vida del pueblo, el bien común para todos.
“Si hubiese hablado personalmente, en intimidad, con su presidente, yo creo que le escucharía, supongo, y si no le escucha, bueno, entonces lo dice públicamente”, destacó.
Recordó a un diputado de San Juan de Misiones, que era liberal, y tenía 11 personas que se habían metido a trabajar de cualquier cosa, y todos estaban “mamando del Estado”.
“Cómo puede aguantar y cuántos diputados tenemos así, y lo que implica eso para el país. En esa tesitura están los vicepresidentes y todos los cargos que se tienen”.
Argumentó que si se quiere el bien común y del pueblo, debe existir una ayuda entre vicepresidente y presidente.
“Esa es la postura de un hombre, un ser humano con buena intención, que tenga buena intención. A ellos les felicitaría muchísimo, al que está ahí en el cargo para ayudar y no para estar buscando factibilidad, para sustituirlo o ponerlo en ridículo o lo que sea”, acentuó.
Por otro lado, explicó que las críticas del vicepresidente Velázquez demuestran una abierta postura conspirativa.
“Ese vicepresidente no parece que tenga buena intención. ¿Acaso no tiene ni idea de qué es lo que hizo con Joselo?, sobre la cuestión del acta de Itaipú. Está muy bien que haya vicepresidente, tienen que hablar”, agregó.
En la misma línea, recordó que lo mismo pasó con Fernando Lugo y Federico Franco. “Nunca se entendieron porque el vicepresidente supuestamente habló Lino Oviedo y dijo vamos a tenerle estos seis meses y después le vamos a cambiar ya, un audio que escuchó Lugo y nunca le dio pelota ni bolilla a su vicepresidente”, señaló.
Apuntó a que el problema fundamental es la falta de patriotismo, consideró que en el Paraguay nos manejamos muchas veces con intereses muy personales o grupales.
“No se puede creer lo que él dice. Está haciendo politiquería, eso es, y esto no se puede concebir. En el Paraguay no primó aún el patriotismo, el ser paraguayo, la bandera rojo, blanco y azul, sino la de mi partido”.
LAS CRÍTICAS
El vicepresidente de la República, Hugo Velázquez, explicó que no se puede negar la responsabilidad como gobernantes, aunque es sano valorar que las deficiencias actuales traspasaron a varios gobiernos, que existe una deuda histórica.
“Debemos decir claramente, sin complejos, que las peleas por migajas de poder o competencias fuera del tiempo electoral dañan la construcción, el fortalecimiento y la eficiencia de las instituciones en beneficio de la sociedad”, aseguró el gobernante.
Además, puntualizó que urge realizar una mayor inversión en la Administración Nacional de Electricidad (Ande) y en la Empresa de Servicios Sanitarios del Paraguay SA (Essap). “Se dirán mil cosas y se pueden encontrar cien pretextos, pero hoy Ande y Essap precisan de inversiones de envergadura y administraciones que trabajen por objetivos”.
En cuanto a los incendios, dijo que todos aquellos involucrados, autores morales e intelectuales, deben ser castigados severamente. “En Paraguay ya no hay espacios para jugar a medias tintas”, expresó.
En el marco de esa lucha contra quemazones, 5 unidades móviles de dos compañías de bomberos de Limpio quedaron con tanque lleno luego de una donación enviada por Velázquez.
Varios vecinos manifestaron en los grupos de whatsapp que ojalá otros políticos y autoridades tomen el ejemplo del vicepresidente, en ayudar a los diferentes cuarteles de bomberos y atendiendo la enorme necesidad en el momento de emergencia.
