Comentario 3×3
Por Benjamín Fernández Bogado
Las actividades deportivas comenzaron a moverse mucho antes que la desescalada pudiera plantearse como una de las opciones. Ahora estamos en la semana de las eliminatorias de los Juegos al Mundial de fútbol de Qatar, un Mundial envuelto en un halo de corrupción y que costó la cabeza de varios dirigentes de la Conmebol.
Lo que vemos es que el deporte también necesita de público. No es lo mismo jugar a estadio vacío que con alguna presencia de público que ahora comienza a discutirse si será del 10%, del 20%, del 30%, pero finalmente todo tendrá directa relación a la capacidad de propagación del coronavirus en la población.
Todo lo demás es absolutamente secundario y vamos a tener, como hemos tenido en el 2020, una vida absolutamente atípica, y el deporte no escapa de esto.
Aquellos que tienen espacios donde se practican deportes en forma privada comienzan a mirar al 15 de octubre como una posibilidad de que vuelvan a practicarse esos deportes en esos sitios.
Reitero, todo dependerá de cuánto se propague el coronavirus y qué capacidad tengamos de conseguir una vacuna para enfrentar con éxito la tarea de evitar que este virus continúe haciendo estragos a nivel global.
