Por Benjamín Fernández Bogado
Muchas de las cuestiones que tienen que ver con la lucha contra el Covid devienen fundamentalmente de exponer el trabajo del Ministerio de Salud. Hay serios cuestionamientos acerca de cómo se venía trabajando en esa repartición. El año pasado, solamente había utilizado el 46 % del presupuesto asignado a dicha cartera. En muchos de los casos se ha descubierto que los medicamentos no eran guardados como debieran en los lugares apropiados y muchos de ellos habían perdido incluso su capacidad curativa, como aconteció en la reciente denuncia del parque sanitario en Ciudad del Este. El ministro Mazzoleni, sigue culpando a la burocracia del que él forma parte como administrador de gastos del Ministerio. Claramente Mazzoleni no es un administrador y ha pasado una buena cantidad de tiempo para comprobar que no tiene capacidad para un mandato que constitucionalmente le dieron.
Lo que queda también es observar que no es un problema de plata en el Paraguay. Se pueden tener muchos recursos, como el caso de salud, 500 millones de dólares y no saben qué hacer con ellos, porque no hay otra fórmula de gastar esa cantidad que no sea con un gran porcentaje de corrupción para quienes participan de esa gran comilona. El fracaso en la lucha contra el Covid, que ha superado 100 muertos en el Paraguay, es una mácula vergonzosa, no sólo al Ministerio de Salud, sino al Gobierno paraguayo en su conjunto.
