Luis A. Fretes Carreras
Abogado & Cientista Político
La polca 18 de octubre es muy popular, nos recuerda el ímpetu heroico y mortal de los liberales por el bien del Paraguay. La revolución fue un fracaso, pero la polca es un éxito absoluto y continuo de 132 años.
Pluto era un dios de la antigua Grecia identificado como un niño con el cuerno de la abundancia en sus manos que el dios Júpiter dejo ciego para que reparta la riqueza sin distinguir las virtudes de las personas. A pesar de su gran poder ese Pluto está olvidado hace siglos, en tanto que casi todos conocemos a Pluto, el perro de Walt Disney.
Cambiemos las historias e imaginemos otra realidad.
Que esa noche del 18 de octubre el grito de ataque de los revolucionarios fue ¡MILLONARIOS A LA CARGA!
Que efectivamente, un grupo de ricachones aburridos tomaron la decisión de conquistar el gobierno para modificar las pobres condiciones de vida, dinamizando la economía, mejorando la calidad de la educación, garantizando el servicio de prevención y atención a la salud, defendiendo la soberanía nacional, mejorando las carreteras, el transporte y las comunicaciones, luchando contra los criminales y protegiendo la vida e integridad de las personas, designando jueces, fiscales y defensores honestos y justos, consolidando el estado de derecho, realizando elecciones sin fraudes, respetando las creencias y objetivos de vida de los individuos, promoviendo la convivencia pacífica y respetuosa en armonía con la naturaleza.
También imaginemos, que dicha revolución triunfa y que los ricos gobiernan implementando el pleno empleo, salarios dignos, libertad para emprender nuevos negocios, abriendo nuevos mercados, potenciando la pequeña y mediana agricultura, ganadería e industria, combatiendo el contrabando, la trata de personas, el tráfico de drogas, armas y el lavado de dinero con políticas públicas eficaces que disminuyan la pobreza, favorezcan el ascenso social y cultural de la población, respeten los méritos intelectuales, cívicos y éticos de las personas, dignifique la igualdad entre hombre y mujer, proteja la integridad de los niños y las niñas, y haga de la felicidad un objetivo fundamental para la independencia y soberanía nacional.
Con el triunfo de este movimiento el Paraguay podría mantener el privilegio de ser el cementerio de las teorías y sepultar a una de las teorías políticas mas antiguas de la humanidad: la Plutocracia. Por definición es el poder de los ricos sobre el gobierno para beneficio propio. Los griegos inventaron esta palabra uniendo dos ideas: abundancia (pluto) y poder (Kratos) para enseñar que la prosperidad es resultado de la casualidad.
La historia de Pluto relata que, al ser castigado con la ceguera, entregaba los dones de la riqueza sin distinguir las virtudes de las personas y por lo tanto para recibir riquezas no importaba si tenía dedicación al trabajo, una conducta honrada, si realizaba buen servicio, si tenía estudios o conocimientos de su profesión, si era delincuente o corrupto, si era emprendedor, empresario, contrabandista, obispo, pastor, ministro o presidente, en definitiva no existía ningún requisito para que le llegue la abundancia y la prosperidad.
Aristófanes ya imaginó la otra historia y escribió en el año 380 a.c. una sátira política titulada “Pluto” donde le devuelve la vista al dios de la abundancia y este distribuye las riquezas según las virtudes de las personas y el mundo se transforma con el esfuerzo, la perspicacia, la bondad, la honestidad, la integridad, el ahorro.
Nuestro régimen político hace tiempo carece de principios básicos de la democracia cual es respetar la voluntad del pueblo y velar por su bienestar porque está sometido a las fuerzas del dinero sin virtudes es decir el predominio de la plutocracia. En nuestra historia la revolución heroica y el gobierno de millonarios ya ocurrieron con gran éxito, el primero como música y el segundo como comedia.
