Muy pocas veces en la vida hemos sido conscientes de cómo ciertos cambios causaron un efecto dominó o alguna clase de reacción en cadena que alteró el orden social, el tejido de la realidad. Resulta una tarea improbable recordar con exactitud los momentos claves en el que, de un día para otro, sellaron el destino.
Y nótese que dije improbable pero no por ello imposible de darse cuenta de algunos. Hace muy poco ocurrió un evento político que ahora mismo está moviendo engranajes en el mundo para alcanzar ciertas metas. El regreso de Donald Trump no dejó indiferente a nadie desde que gano de nuevo la presidencia, su toma de poder se sintió tanto en occidente como en oriente.
En los tiempos en los que vivimos solo existe de momento una superpotencia mundial que se encuentra en el norte del continente americano. Para bien o para mal, la frase que reza que… “Estados Unidos es lo que es porque en ese país las cosas se hacen de manera distinta”, estoy convencido que cada día es mas certera. Por citar un ejemplo, es un estado con tanto peso diplomático, que es de los pocos capaces de cambiar el mundo en un abrir y cerrar de ojos, de causar una metamorfosis sin necesidad de jugar como primera carta su temida fuerza militar.
Ese ejemplo es solo la punta del iceberg en el caso del país de la bandera de las barras y las estrellas. Luego debemos examinar al país que es aspirante a superpotencia, pero que, según algunos expertos en ciertas materias como economía e industria tecnológica, hace años que ya alcanzó ese titulo tan codiciado por varias naciones y culturas. China es hoy día el segundo país mas poblado del mundo y fue por décadas el portador del puesto numero uno, hoy ocupado por el país de India, se sabe que estas dos culturas de Asia cuentan con mas de 1400 millones de habitantes.
Resulta ser que, si nos fijamos en asuntos relacionados a infraestructura y megaproyectos, en educación y calidad de vida, China le saca una amplia ventaja a la India y puede que esa realidad se mantenga así hasta fines del año 2100, fecha en la que evidentemente el mundo será más que distinto, según ciertas predicciones, a muchos les será irreconocible en cuanto a población y riqueza.
¿Qué tienen en común esas tres culturas? Pues estamos hablando de naciones que cuentan con un vasto territorio con recursos y parece que todo apunta a que van a por más territorio por recursos, lo obtengan por la vía diplomática o por el uso de la bota militar. La historia misma de Paraguay sirve de testimonio lo que significa combatir contra países colosos en tierras y habitantes. En esos tiempos la realidad social era otra y un día cualquiera, el progreso de Paraguay dejo de existir de manera soberana.
Como eran tiempos mas violentos para la patria, era de esperarse. Pero hoy que estamos en una relativa paz, aunque el mundo tal vez no sea tan así, lo que importa es siempre ver esos puntos de inflexión en la historia para aprender de nuestros errores. Para que no ocurra que cuando uno se duerma y al despertar, se lleve la sorpresa de formar parte de un nuevo mundo, sea este de oscuridad o de luz.

Licenciado en ciencias politicas, editor y comunicador