Existen momentos importantes en el desarrollo de cualquier proyecto; cómo el empezar, desarrollarlo y terminarlo. Es habitual que una vez alcanzada nuestra meta aparezca un sentimiento de bajón emocional porque uno no sabe qué hacer después o queda sintiéndose vacío y sin razón de seguir adelante con otra iniciativa.
Por eso se recomiendo lo sgte:
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No temas al bajón: es normal sentirse un poco perdido después de alcanzar un objetivo, sobre todo si llevas mucho tiempo trabajando para conseguirlo. Perseguir un objetivo puede darte un sentido de identidad y propósito. Por lo que llegar al final puede ser como si te quitaran la alfombra de debajo de los pies, incluso si estás encantado con los resultados. Por eso reconoce que la tristeza es de esperar y utiliza esa información para tu próximo objetivo.
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Por ejemplo, si terminas un triatlón y luego te das cuenta de que lo que más echas de menos es el tiempo que pasaste al aire libre mientras entrenabas, puedes fijarte un nuevo objetivo que te lleve de nuevo al aire libre.
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Encuentra formas de celebrarlo: Nuestro cerebro está programado para buscar recompensas. Esto puede servir no solo para estar satisfecho y feliz por haber terminado un curso, carrera o campeonato sino para poner un broche de oro y cierre a lo alcanzado y el trabajo que hemos realizado para ello. Que a su vez serviría para entender que no existe nada más que la satisfacción del esfuerzo y sacrificio hecho para recuperarnos, terminar una carrera universitaria o haber terminado campeones de un torneo deportivo
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Tómate un tiempo para reflexionar: Reflexionar sobre tu experiencia puede ayudarte a aplicar lo aprendido a tu próximo objetivo.
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Traza tu próximo objetivo, pero no te excedas: después de alcanzar una meta, algunas personas se apresuran a saltar a la siguiente. Que no es necesariamente malo si te produce alegría. Más lo recomendable es tomarse un tiempo prudente para evaluar lo que debemos ajustar y afinar para terminar mejor nuestro próximo objetivo, que puede ser igual al anterior pero con una forma de trabajarlo distinto a lo hecho.
La vida finalmente se trata de hacer esto y mantenernos con las motivaciones de seguir en un mundo lleno de ansiedad y de temor. Vale la pena insistir y persistir hasta lograrlo. Ponerse metas es una de acometer la vida para desarrollarnos y crecer. Hay que seguir una vez alcanzada la misma para volver a encontrar motivaciones que nos ayuden a mejorar la vida que vivimos.

Licenciado en ciencias politicas (UNA), editor, comunicador, productor y editor de contenido creativo para medios de comunicacion o intereses particulares
