Estaría en curso una nueva materia con rango universitario
“A mi no me van a dar lecciones de anticartismo” espetaba un honorable días atrás. Interesante enfoque.
Primero habría que saber quiénes son los profesores de esta asignatura, donde se la imparte, cómo está concebida la materia en sí misma y qué lugar tendría en la malla curricular de la institución que la enseña.
¿Qué es el anticartismo? Al inadvertido le aconsejamos no guglear el término porque se podría llevar un fiasco. “El cartismo fue un movimiento popular radical que surgió en Reino Unido desde 1836 hasta 1848 y que expresaba la agitación de la clase obrera, debido a los cambios derivados de la Revolución Industrial…” (Wikipedia). Como se ve, sacar de aquí el anticartismo sería un despiste total. Entonces hay que refinar la búsqueda y apelar a títulos más específicos, vinculados a la política criolla rica en motes y sobrenombres para políticos, por ejemplo, el “trato apu’á” cuya autoría se adjudica a cierto honorable con gran capacidad de adaptación a las circunstancias.
Para no alargar la cosa diremos que el anticartismo habría tenido su estreno rumbo a las elecciones generales de 2018, cuando las espasmódicas realineaciones en las internas partidarias coloradas de ese año empezaron a resolverse en pros y antis, y con la aparición de otro ismo de contingencia: el abdismo, que de inmediato tendría, como corresponde a la mejor tradición política paraguaya, su consabido antiabdismo.
Luego, el anticartismo operó como una reacción inmunitaria en el Senado tras la defenestración del discolo Payo Cubas el 28 de noviembre de 2019. Varios notables se agarraron a pescozones por la sucesión y hubo mucha humareda y pestilencia hasta que la banca, que aún no había terminado de enfriarse, recibió las nuevas honorables posaderas. En suma, nada, puro humo y bochinche.
Más que pobreza, qué miseria impregna la política en el Paraguay. Que alguien se presente como master en anti algo lo define cabalmente. A eso se reduce todo, a alineamientos compulsivos bajo el lema “o estás conmigo o contra mí”.
“A mi no me van a dar lecciones de anticartismo”. Y pensar que el perpetrador de esta patética frase es rector de una universidad, formador de promociones enteras de especialistas agropecuarios, licenciados en contabilidad, expertos en educación…
Muy triste, pero es lo que hay. Y no hay razones de peso para asegurar que esto vaya a cambiar.
