Las obras viales en el Paraguay están atrasadas, dicen algunos porque hay una deuda de US$ 103 millones con los constructores viales. Se ha privilegiado eso por sobre el tema de la pandemia.
Se ha gastado mal en muchos de los casos, sobrefacturando los costos iniciales en términos licitatorios. Se privilegió, por ejemplo, el montar toda la estructura de oficinas públicas en la zona portuaria del país y que están listas para ser habilitadas hacia finales de este mes, cuando la realidad del país implicaba que el Gobierno tendría que hacer un fuerte énfasis en la cuestión sanitaria.
Allí es donde tendría que haber buscado los votos para una posible continuidad del Partido Colorado en el Gobierno. Va a ser muy difícil en las condiciones actuales decir a la gente que tiene más rutas, más caminos, más empedrados y más oficinas públicas cuando en la lista familiar hay personas que están hace bastante tiempo ya faltando porque han muerto por el Covid-19.
No se ha privilegiado donde se debía y se ha buscado los mecanismos más fáciles que permitan la tragada de dinero en el proceso. Ese modelo de vivir del Estado en forma extractiva, que alcanza no sólo a gente en el Gobierno con altos cargos, sino también a empresarios privados, es una de las causas de nuestra pobreza y de nuestra marginalidad.
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