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Más democracia (y real)

Ayer se conmemoró el Día Internacional de los Derechos Humanos, una gran conquista alcanzada gracias a la lucha de grandes hombres y mujeres en el mundo. En nuestro país la fecha nos recuerda los muchos derechos que nos faltan para, realmente, tener una vida digna como se merece todo ser humano.

Todavía padecemos un stronismo vigente en todos los espacios de poder y sectores antiderechos a quienes debemos enfrentar para seguir avanzando hacia el acceso efectivo de nuestros derechos.

Todavía la policía y los militares realizan detenciones ilegales, torturas, represión y hasta asesinatos. La Fuerza de Tarea Conjunta (FTC) este año asesinó a dos niñas de 12 años. Los militares en Ciudad del Este atropellaron un barrio popular, cometieron todo tipo de abusos físicos y sicológicos contra los pobladores. Ambos casos impunes hasta hoy.

Todavía muchas personas son víctimas del clientelismo y precarización utilizada por los gobiernos colorados para acceder a un puesto en el Estado y muchas personas son víctimas de explotación laboral en el sector privado ante la falta de oportunidades y la necesidad trabajar para llevar el pan a la mesa familiar. El mundo laboral es un salvase quien pueda que somete a la población a situaciones terribles de explotación e humillaciones terribles.

Todavía desde los sucesivos gobiernos colorados se alienta la asociación público privada para delinquir con privilegios y licitaciones amañadas, obras innecesarias y legislación a favor de los amigos y familiares empresarios. El Metrobus es un gran monumento a la corrupción y la impunidad.

Todavía las autoridades no defienden nuestra soberanía energética y, al contrario, siguen con sus negociados para beneficiar a sus aliados empresarios y políticos extranjeros. El Gobierno de Mario Abdo Benitez ya intentó concretar un trato perjudicial para el país y hoy el mismo sector es el responsable de la renegocación del tratado de Itaipú. Así que nada bueno podemos esperar y debemos organizarnos para defender los intereses del pueblo porque los vendepatrias colorados no lo harán.

Todavía seguimos con las mismas familias en el poder, el dictador Alfredo Stroessner y Mario Abdo Benítez son dos caras de la misma moneda, de gran valor para los privilegiados de siempre pero sin valor alguno para la mayoría.

Y, principalmente, todavía el Partido Colorado, que lleva ya unos 70 años, sigue coaptando todo el poder y mantiene en vigencia el nefasto programa político stronista que padecemos.

Es hora de desterrar el stronismo definitivamente con un Gobierno que pare con el terrorismo de Estado, que defienda e impulse políticas públicas que garanticen el acceso a los derechos, que haga los esfuerzos necesarios para acabar con la impunidad y garantice justicia para el pueblo.

Griselda Yúdice
Griselda Yúdice
Naranjahai | Socialista, Feminista, Comunicadora, Presidenta del PMAS

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