Marcelo Rojas Decut – CEO de Waled SA
Los servicios financieros constituyen una parte fundamental en nuestra vida cotidiana, dado que permiten el acceso a servicios básicos como la atención médica, la vivienda y la educación. Al mismo tiempo facilitan el desarrollo social y económico, por cuanto ayudan a las familias y empresas a planificar sus gastos, gestionar los imprevistos y aprovechar las oportunidades.
“Tener acceso a los servicios financieros es un paso crucial para reducir tanto la pobreza como la inequidad, y los nuevos datos sobre la propiedad de teléfonos celulares y el acceso a Internet muestran que existen oportunidades sin precedentes de usar la tecnología para lograr la inclusión financiera” dice Jim Yong Kim, presidente del Banco Mundial.
De acuerdo con cifras del Global Findex, en América Latina más del 45% de la población adulta no tiene acceso al sistema financiero. Esto significa la exclusión de más de 207 millones de personas, en su mayoría de hogares de bajos ingresos y pequeñas empresas.
La inclusión financiera, que es definida como el acceso y el uso de los servicios financieros formales es aún baja en nuestro país. El nivel de “acceso” a los servicios financieros en el Paraguay es relativamente aceptable, ya que existen más de 4 millones de cuentas bancarias, pero el “uso” está muy por debajo de los niveles de otros países de la Región, como sería el caso de Chile.
En el país existe un amplio porcentaje de la población que accede a una cuenta bancaria, pero que por diversas razones no puede utilizar otros servicios financieros. Son personas que en la mayoría de los casos no cuentan con los ingresos formales ni con las garantías suficientes para poder acceder a un crédito o a una tarjeta en el sistema financiero tradicional.
Y con la pandemia del COVID-19 estamos viendo cómo las dificultades derivadas de una baja inclusión financiera, amplían la brecha existente con los sectores más vulnerables de la sociedad como es el caso de los hogares de bajos ingresos, las micro y pequeñas empresas y los trabajadores informales.
Las Fintech son empresas que proveen servicios innnovadores mediante la utilización de tecnologías de la información y de las comunicaciones (TIC’s). El término Fintech proviene de la combinación de las palabras en inglés “Finance” (finanzas) y “Technology” (tecnología). Las Fintech unen tecnología y finanzas con el objetivo de ayudar a la realización de operaciones financieras, de manera muy eficiente, y a la vez ágil y sencilla. Y esto les permite alcanzar a un amplio número de personas y pequeñas empresas que de otra manera no podrían acceder a la utilización de los servicios financieros.
En resumen, las Fintech pueden desempeñar un papel fundamental en la facilitación del acceso y uso de los servicios financieros que el sistema tradicional no ofrece a esos amplios segmentos de población. Y esto contribuirá al progreso económico del país, y a crear una sociedad más justa e inclusiva para todos.