Una expresión muy utilizada y aburrida es la “construcción de liderazgos”, el liderazgo visto más allá del tradicional caudillismo que podríamos asegurar perdido ya en estas latitudes, figuras como las de Lino Oviedo o Argaña son difíciles de visualizar en el escenario actual, en cambio surgen personalidades que expresan: acción, dirección y confianza, y esto necesariamente se construye.
¿Pero cómo construimos liderazgos? Tenemos que entender que el trabajo sobre la imagen y el discurso no son suficientes si en las acciones se generan dudas, la pantomima de rasgarse las vestiduras para luego apoyar proyectos políticos o sociales que son incongruentes terminan debilitando la construcción, y esto tarde o temprano resulta irreversible, sobre todo en un contexto en el que el archivo está a disposición en la palma de la mano, y si a esto le agregamos los equipos de contraste contratados para hurgar en el historial, la cosa se pone mucho más engorrosa.
Proyectarse como un líder con distintas banderas y ejes requiere también un conocimiento sobre las necesidades de los colectivos a los que esperamos representar, y todo esto debe estar dentro de un kit de comunicación que logre atravesar el tsunami de información o de publicidad a la que es expuesto un ciudadano (En el 2018 se hablaba de 5000 impactos de publicidad al día por persona ¿Cuántos mensajes recibe hoy alguien que en promedio esta delante del móvil unas 18 horas semanales?). Cabe destacar que existen procesos que nos obligan también a replantear algunas posturas, como puede ser el tema de la privatización de empresas públicas o la legalización de la marihuana, pero esto también requiere un relato previo que no solo amortigüe el impacto en nuestros seguidores, sino que incluso quede la idea de que era algo que debía pasar y no existían otras alternativas.
No estoy descubriendo la pólvora, todo esto es más que lógico, pero al encontrarnos con figuras que vienen trabajando en espacios importantes de poder reacios a hablar con la prensa y hasta incluso de tener redes sociales, no queda de más advertir que la construcción del liderazgo tiene una pata en comunicación y estrategia.