“Ustedes deben reconstruir la narrativa que les han construido desde afuera…”
Esta exhortación se escuchó ayer –urbi et orbi- cuando el presidente de Brasil Luiz Inacio “Lula” da Silva recibió a su colega Nicolás Maduro para una cumbre de presidentes sudamericanos convocada por el anfitrión para este martes 30 de mayo.
La frase fue pronunciada con gran precisión por Lula quien prefirió una forma estrictamente literaria para definir lo que tal vez tendría que haber descrito en lenguaje político duro.
Por eso, con permiso de los amables lectores, trataremos de imaginar una equivalencia del Informe Bachelet de la comisión de derechos humanos de la ONU sobre lo que ocurre en Venezuela, apoyado no solo en su observación personal sino también en 51 citas documentales consignadas al pie.
En su acápite, el documento firmado por la ex presidenta de Chile de clarísima militancia socialista insta al Gobierno de Venezuela a adoptar de inmediato medidas específicas para detener y remediar las graves vulneraciones de derechos económicos, sociales, civiles, políticos y culturales que se han documentado en el país. Tal vez la observadora no haya visto los enormes avances en una economía sin inflación, en crecimiento y envidiada por el resto del continente.
Eso del hacinamiento en los centros de detención… del que habla el informe es posible que se refiera a una momentánea disponibilidad de procesados cerca de los tribunales de justicia.
Luego el informe dice que muchas muertes perpetradas por las fuerzas de seguridad en supuestos enfrentamientos con fuerzas estatales no han sido sino ejecuciones extrajudiciales. La nueva narrativa tal vez prefiera referirse a ajustes de cuentas entre delincuentes comunes mezclados con terroristas subversivos que se han resistido a la acción de las fuerzas del orden.
El número de personas que se han visto obligadas a dejar Venezuela ha aumentado dramáticamente desde 2018, alcanzando más de 4 millones para el 6 de junio de 2019 [49] consigna el informe Bachelet. Maduro podría elegir otra narrativa. Por ejemplo, la extraordinaria dinámica de la economía venezolana permite que cada día más venezolanos mejoren sustancialmente sus finanzas familiares que les permiten viajar y hacer turismo por países hermanos del continente…
En rigor de verdad, Maduro no necesita del todo este consejo “luliano” porque dispone de una de las maquinarias de propaganda y de operaciones sucias más eficientes del planeta para proyectar al mundo una Venezuela que no existe. Gracias a ella, Antonio Ledesma no fue un alcalde de Caracas apresado y brutalmente arrojado a las mazmorras del SEBIN sino un subversivo procesado por delitos contra la paz, la seguridad y la Constitución.
El problema de esta nueva narrativa es que se agarra de patadas con los titulares de miles de diarios, noticieros de TV y portales de información de todo el mundo. ¿Qué bicho le picó a Lula? Como asesor de comunicación tiene dos caminos: o cambia de método o cambia de asesorado.
¿Y prueba gobernar Brasil, donde tiene suficientes conflictos para nada “narrativos”?.
