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Las cuestiones que tienen que ver con la organización de la sociedad en términos de sanciones a los delitos constituye siempre un capítulo importante cuando se cumplen aquellos mandatos legales en el Paraguay.
Tenemos muchas penas, muchas instituciones jurídicas y pocos sancionados. Si usted comete un crimen en el país, sólo tiene 1 % de posibilidades de ser condenado, 5 % de ser procesado y 95 % de zafar de cualquier tipo de consecuencia legal.
La posibilidad de llevar adelante acciones que realmente sean efectivas para acabar con los con las miles de formas de injusticia que tenemos en el país, nos desalientan notablemente y generan la sensación de que vivimos en un Estado fallido donde la impunidad es la norma y la sanción es la excepción.
De eso vino a decirnos una subsecretaria norteamericana y algunos se rasgan las vestiduras. Le mandó un mensaje claro a la Fiscalía General de la República, que es la que debe defender los intereses colectivos diciendo: Haga usted su labor de forma independiente, autónoma y con apego a la norma, no sea sirvienta de ningún poder político, la injusticia y la corrupción pudre y mata, dijo la enviada de Biden y ojalá hayamos acusado recibo en torno a este tema y busquemos que no es simplemente cuestión de saber aquello que está mal y ponerlo en un cuerpo jurídico. Lo más importante es que haya voluntad para sancionar a aquellos que se apartan de la norma.