Las impactantes imágenes de la sequía en los ríos Paraguay y Paraná son realmente sorprendentes, algo que no acontecía desde hace 70 años. Las explicaciones son todas coincidentes, que estamos viviendo un cambio climático de altísimo impacto en el caudal de agua, no sólo en el país, sino también en otras partes del mundo.
En el caso de Paraguay, cuya riqueza principal, la hidroenergía, tiene mucho que ver con esto, se va a ver afectado en los próximos días, como ya lo está el Brasil en este momento, porque las aguas que alimentan a la represa de Itaipú y a la de Yacyretá se han disminuido en su caudal y en su volumen.
Cuando digamos que esto es sencillamente un problema de carácter cíclico, estamos equivocados. Esto no aparece en los últimos 70 años y ahora tiene, reitero, un altísimo impacto en el comercio que, en el caso de Paraguay, es fundamental, pues gran parte del tráfico se realiza a través de los ríos Paraguay y Paraná, además del ingreso por regalías y otros más provenientes de la represas.
Tendremos que buscar soluciones a esto. Es una cuestión en la que nos jugamos la propia idea de país en términos de proyectar nuestra nación como marca sostenida del tema, ahora que comienza a disminuir el volumen del agua, que resulta fundamental para cualquier ser humano en todas las partes de nuestro planeta tierra.
