La ciencia ha documentado comportamientos homosexuales en alrededor de 1.500 especies de todos los órdenes del reino animal, desde los insectos hasta los primates, pasando por las arañas, los delfines o los nemátodos, que son gusanos extremadamente delgados, los cuales se instalan en el cuerpo, específicamente en los alrededores de los vasos sanguíneos. Una periodista en la red se pregunta; ¿Cuándo superaremos nuestros complejos humanos sobre el mundo natural? y dejaremos en paz nuestro medio ambiente y la vida que existe allí porque los científicos ignoraron a los animales «gays» por años.
Cuando existen y están ahí afuera relacionándose con naturalidad, que no existe en el mundo del “animal pensante” por ignorancia o miedo a lo diferente, por lo que se generan actitudes cómo la homofobia o la aversión hacia los homosexuales. Y eso tanto masculinos como femeninos, que pueden lucir, comunicarse o ser distintos al resto del entorno social en la familia, trabajo, universidad o donde existan, existieron y existirán por siempre si no los rechazamos, discriminamos o dejamos de lado por el simple hecho de considerarlos distintos a los demás.
No son así porque aunque actúen, se muevan, piensen o hablen diferente a los demás existen cómo los animales que cité más arriba y no por su diferencia los dejamos sin espacio, agua o alimentos para que dejen de existir, agredirlos u ofenderlos.
Vive en la naturaleza
Esta realidad puede ser útil para hacer entender la naturaleza de este género de ser vivo o humano, que también somos animales, autocalificados “animales racionales” que contaminamos, nos matamos unos a otros en guerras y segregamos a quien sea por cómo se vea, lo que piense o haga en un planeta y tiempo donde se planta y habla mucho de la integración y globalización en lo posible de todo de forma igualitaria.
Algo que aunque sirva para tener armonía, paz y seguridad en nuestros sociales, nos vemos y mostramos todavía lejos de establecer cómo forma y código de vida, existen pruebas cientificas de de la homosexualidad en el mundo animal.
No debemos considerar cómo algo bizarro a la persona miembro del grupo LGBTQ, que ahora están trabajando intensamente por sus derechos e integración normal en la sociedad; empleo, estudio o donde quieran y necesiten desarrollarse, trabajar o emplear sus talentos y habilidades no sólo para fines particulares sino colectivos. Ellas tambien curan en los hospitales, enseñan en las escuelas y atienden la seguridad de todos en nuestras calles, estan integrados a nosotros y viven entre nosotros.
Nuestro compromiso colectivo con la naturaleza impide que los humanos vean a los animales con claridad lo cual no es bueno para ellos ni para nosotros porque aunque no nos relacionemos con frecuencia con las bestias, existimos en el mismo planeta juntos desde siempre y lo que debemos evitar son las diferencias entre las especies de seres vivos para lograr la armonía y paz que sirve mucho más que las verdaderas guerras bestiales, irracionales o auténticamente animales, porque calificamos el destruir o terminar la vida del otro cómo una actitud animal.
Mejorar nuestra comprensión
Debemos tomarnos el tiempo para escuchar o admirar a los animales que parecen funcionar más racionales que nosotros, no necesitan organizar marchas para defender sus derechos y dejar en claro que forman parte del mismo mundo que el resto de los de su especie, Celebrar la diversidad sexual y de género, conmemorar a las víctimas de discriminación y crímenes de odio, reafirmar el orgullo sobre las orientaciones sexuales e identidades de género.
Simplemente están ahí afuera volando, corriendo, nadando, respirando e intentando vivir en nuestro planeta que sobrevive al ser humano, “animal racional”, presentamos dificultades para empatizar con los otros seres humanos y seres vivos del mundo que son diferentes.