iencias cómo la arqueología, historia y toda aquella que se concentre en viajar en el pasado para entender nuestro presente y proyectarnos bien o mejor al futuro tienden a sorprendernos con hallazgos cómo estructuras óseas de animales o humanos. Los mismos que pensábamos que la tierra ya se los habían consumido o destruido.
Ahora es noticia el descubrimiento histórico de la estructura de madera más antigua, de 476.000 años atrás. Un equipo de investigación internacional ha desenterrado en Zambia un conjunto prehistórico que desafía nuestra visión de los humanos arcaicos, con habilidades técnicas más avanzadas de lo que se pensaba, mucho antes de la aparición del “Homo sapiens”. Las excavaciones en el sitio de Kalambo en las décadas de 1950 y 1960 desenterraron algo de madera, pero no se pudo fechar con precisión.
La historia que “reposa” bajo nuestros pies es del tamaño del planeta, uno que siempre tuvo, tiene y tendrá mucho que mostrarnos si sabemos observar y no destruimos las evidencias del ayer. Las mismas que nos puede servir para interpretar nuestro hoy para proyectar a un mejor mañana para la población de nuestro barrio, ciudad, país, continente y cualquier lugar que nos toque habitar.
El propósito de la historia es averiguar los hechos y procesos que ocurrieron y se desarrollaron en el pasado e interpretarlos ateniéndose a criterios de la mayor objetividad posible. El estudiarla, cuidarla y entenderla cómo herramienta que con los registros que tenemos de ella en libros, imágenes, videos y relatos de nuestros mayores sirve para conectar puntos transversales que hicieron, hacen y harán al ser humano en nuestro planeta.
Claves para entender nuestro pasado
El mismo que siempre tiene recuerdos que van quedando impresos sobre piedras, árboles, bajo la tierra o en cualquier lugar donde puedan quedan anotados momentos, acciones y la vida de lo que pensábamos había quedado enterrado en el ayer.
Más es ahora en África donde se ha encontrado un elemento que posteriormente será evaluado, comparado y analizado para lograr entender más el comportamiento del ser humano en su entorno para responder a sus necesidades con las condiciones de vida que existían.
Sabemos y entendemos que no son las mismas que las de hoy donde la madera intenta sobrevivir los incendios forestales, la deforestación y lo que fue y sigue siendo el reemplazo de la misma por el plástico u otro material que también pueda cumplir su función.
Este descubrimiento se remonta al menos a 476.000 años, mucho antes de la evolución del Homo Sapiens.