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Líos académicos y legales

No queremos ser serios en las pequeñas y grandes cosas y luego lamentamos sus consecuencias. Para empezar, es importante reconocer que el Paraguay no ha administrado en serio la educación en sus distintos niveles y la universidad no es la excepción. No solo tenemos malos estudiantes sino también  iguales profesores, maestros o personas que no los  guían  como debieran ni ajustan sus procedimientos a la norma.

El dictador Stroessner no solo fue culpable de crímenes cómo el asesinato, tortura o el haber enviado al exilio a gente que no se amoldaba a su regimen sino  también fue responsable de no haber tomado a varias instituciones especialmente la educativas  en serio. Su herencia nefasta se proyecta hasta hoy en día.

Ahora según el Dr. Francisco Gimenez ex vice ministro de educación, asesor parlamentario y conocido docente. la agencia estatal de las acreditaciones de carreras (Aneaes)  se encuentra operando fuera de las normas legales. No ha renovado su consejo como manda la ley desde el año 2008 y su actual  comisión directiva pone en serias dudas la validez de sus acciones.

Esta agencia diseñada servir, acompañar, evaluar y asistir a la educación superior y el no acomodar su funcionamiento a las normas le saca autoridad a su gestión e invalida muchas de sus decisiones.  “Lo lamentable de todo esto es que su ex titular Raúl Aguilera se dice conocedor de las normas y ha sido ministro de educación y parece no entender el problema de hacer operar a la Anaes fuera de las normas administrativas. No hay reconducción tácita en la elección de las autoridades porque en el derecho público solo se puede hacer aquello que está permitido” afirma el Dr. Gimenez quien reafirma que esta grave situaciòn amenaza la legalidad de las acciones tomadas por la agencia y pone en duda incluso  los títulos que han otorgado las universidades de un consejo ilegal.

ESCASO INTERÉS DE AJUSTARSE
En conversación con Benjamín Fernández Bogado en Radio Libre el ex viceministro de educación lamenta el desinterés del ejecutivo en no reglamentar vía decreto las acciones de la Aneaes y la escasa importancia que se otorga a este grave problema de gestión universitaria. Se ha presentado informes al Congreso sobre este problema administrativo pero no ha habido respuesta. Mientras tanto, a los problemas legales se suma también el hecho de que muchos de sus integrantes no tienen el título máximo de doctor para ejercer las tareas en la misma.

La Aneaes cumple una labor trascendente porque valida los programas y carreras y tener una administraciòn apartada de la norma sume en un nivel de incertidumbre las decisiones tomadas con anterioridad. Cumplir las normas o ajustarse a lo que ellas mandan no suele ser una cuestión fácil entre nosotros y la educación superior también la padece. Es hora de enderezar entuertos e impedir que el caos derivado por el incumplimiento de los estatus se derive en algo aun mas pernicioso para todos los universitarios.

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