Por Benjamín Fernández Bogado
La justicia sigue padeciendo graves renqueras y es muy poco probable que pasemos la prueba que nos vienen haciendo desde el exterior en materia de lavado de dinero. El Gafilad, que es una institución que mide prueba a través de diferentes tés, el grado de compromiso de los países en torno a este tema va a colocar de nuevo a Paraguay en la zona gris. Ya han saltado informes diciendo que el Paraguay es el segundo país donde más se lava dinero después de Venezuela, que es un Estado fallido. Compararse con Venezuela ya sería de por sí un verdadero insulto. Pero lo que no vemos es que nadie mida el grado de trascendencia que esto tiene para las finanzas, para el grado de compromiso, para los créditos que el Paraguay podría contraer a futuro. Y muchos de los que toleraron esta decadencia de los controles están hoy todavía en cargos importantes dentro de la burocracia paraguaya. La justicia no ha condenado a nadie por lavar dinero aún en nuestro país.
Todos estos elementos se van sumando a la hora de evaluar cuán comprometido está el Paraguay en contra de esta perniciosa práctica que envuelve negocios que van desde el narcotráfico, trata de blancas, criminalidad y otras cuestiones que tanto daño le hace a las poblaciones en el mundo donde sientan sus reales y el poco provecho que tiene el Estado y la justicia en particular para reducir su ámbito de propagación y de expansión.
