Comentario 3×3
Por Benjamín Fernández Bogado
Una de las cuestiones más sensibles en cualquier política de un gobierno es cómo anda la economía, cómo la siente el ciudadano común, cómo se establece que hay un gobierno que está trabajando en función de los intereses de la gente y eso se siente fundamentalmente en el bienestar o en la capacidad económica que pueda llevar esa persona para hacer frente a su vida y a la vida de sus familiares.
En el Paraguay hemos tenido una continuidad, en términos económicos, del gobierno de Cartes a este gobierno, de la mano de alguien que fue empleado de Cartes durante todos toda su gestión, Benigno López, quien también cuando gana el hermanastro, tiene la posibilidad de utilizar ese factor familiar muy trascendente e importante entre nosotros y convertirse en el encargado de la Hacienda Pública.
No tiene una especialidad en el tema, es un abogado que ha tenido un paso por el Banco Central del Paraguay y que ahora va de vicepresidente del Banco Interamericano de Desarrollo. El mismo banco que dijo que durante su gestión se robaban más de US$ 1600 millones del presupuesto en pagos mal hechos, en mala gestión y en corrupción directamente.
Ahora queda la evaluación de lo que habría que hacer en términos económicos cuando pase esta pandemia, que no tiene aún fecha de finalización y que dejará todavía un tendal de personas en condiciones más dramáticas que antes de ella, los niveles de pobreza continuarán subiendo inmediatamente una vez concluida esta circunstancia, y también veremos otros temas que tienen que ver con el empleo.
La percepción que se tiene es que ha sido simplemente la continuidad de un gobierno que ha puesto énfasis en los números grandes, que ha aumentado notablemente el endeudamiento del país y que no ha encontrado la fórmula para volver más equitativo el manejo impositivo a nivel local. Lo concreto y cierto es que en términos económicos, Benigno López se va para unas vacaciones de tres años en Washington y deja una economía que debe ser arreglada por alguien que tenga mucha dosis de masoquismo
