El problema medioambiental en la laguna Cerro de la ciudad de Limpio no solo se dio a través de la descarga de efluentes por parte de la empresa Waltrading, que se dedica al pelambre de recortes de cuero, por el que está imputado el dueño de la firma Rogelio Ferreira Martins, de nacionalidad brasilera. Según el Ministerio Público, también se autorizó la construcción de un camino que atraviesa la laguna.
Por este motivo el agente fiscal de la Unidad Especializada de Delitos Ambientales, Jalil Rachid imputó a Carolina Elizabeth Pedrozo de Arrúa, directora de Evaluación de Impacto Ambiental del Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible (Mades). La mujer está procesada por los hechos punibles de perjuicio a reservas naturales y por transgresión a la Ley 716/96.
Todo empezó el 12 de febrero del 2019 cuando una Comisión Vecinal Pro Camino Industrial del San Francisco de Limpio, gestionó la habilitación de un camino en la compañía Piquete Cué, se presentaron documentos del proyecto, detalles de la obra, la superficie a ser intervenida, ubicación y planos.
El 25 de marzo de 2019, la directora de Evaluación de Impacto Ambiental del Mades señaló en una nota que la obra propuesta por la comisión no requería ser sometida a un proceso de evaluación de impacto ambiental, conforme a la normativa ambiental vigente.
Se iniciaron las obras, que consistió en un camino terraplenado que, de acuerdo a la documentación presentada ante el Ministerio del Ambiente, atravesaba la laguna Cerro. La habilitación de este camino culminó en mayo de 2019.
Para la Fiscalía, la construcción del camino vecina que atravesó la laguna Cerro afectó sus condiciones naturales y dividió en dos la laguna, y sostienen que esto se aprobó y se realizó sin tener en cuenta criterios técnicos medioambientales.
CONEXIÓN
Tras los allanamientos a Waltrading, por las denuncias de contaminación y mortandad de peces, se constató que la construcción de un camino terraplenado al costado de la firma estaba conectado a la propiedad Ferreira Martins.
Sin embargo, desde la Comisión Vecinal Pro Camino Industrial explicaron que el camino es utilizado por unas doce empresas que están en el barrio San Francisco porque no tenían salida a la ruta, y que todo estuvo aprobado por el Mades.
